Los factores que hacen que una ciudad sea «inteligente», y la planeación urbana inteligente, no son siempre la misma cosa. Eso es lo que afirma el arquitecto y experto en ciencias informáticas Ted Lehr, Director de Comunicaciones y Tecnología de la Ciudad de Texas State University, en una entrevista con Digital Trends.
«Me he sentado en habitaciones con grupos de profesionales adinerados, hablando de la importancia de aumentar el número de personas que usan bicicletas, tener más áreas verdes en nuestros senderos, y reducir la huella de carbono«, nos dijo. Pero Lehr hizo énfasis en otra situación. Él piensa que «si ponemos a un grupo diferente de personas en una habitación, ellos tal vez dirán que sus mayores problemas son encontrar un segundo trabajo para cubrir sus necesidades, o cómo llevar a sus hijos a una cita médica sin temor a perder el empleo».
«Esas son las personas de las que tenemos que hablar cuando hablamos de ‘inteligencia’», dijo. «Y si no lo estamos haciendo, los estamos ignorando, de la misma forma como siempre hemos ignorado a gente así».
Subvenciones
El reto conocido como Smart City Challenge del Departamento de Transporte de los Estados Unidos estimuló a muchas ciudades a poner en marcha planes para que sean más conectadas, tanto en términos de tecnología como de movilidad. Austin comenzó con un plan para facilitar el acceso a las áreas ocupadas y la gentrificación de vecindarios, un movimiento que es a menudo la primera prioridad para muchas ciudades, pero resulta más fácil decirlo que hacerlo.
Austin está entre las ciudades más segregadas económicamente en los Estados Unidos, según un informe del Instituto de Prosperidad Martin de la Universidad de Toronto publicado en el 2015. «Es fácil poner nuevos sensores y todas estas cosas locas y avanzadas en opulentos lugares que están bien cableados y donde la gente es receptiva a la tecnología», dijo Lehr. «En realidad no estás resolviendo un problema; estás haciendo que una vida cómoda sea aún más confortable”. En su lugar, la ciudad decidió dar un paso atrás y ver dónde la tecnología y otras inversiones podrían hacer el impacto más grande.
Austin perdió ante Columbus, Ohio, por el desafío del DOT, pero fue una de las ganadoras de la subvención del Smart Cities Council Readiness Challenge Grant. También, espera trabajar con varias universidades de Texas como parte de una beca de investigación de la Fundación Nacional de Ciencias 5G, para explorar nuevas tecnologías para la salud, la seguridad pública y otras.
La ayuda económica se centrará en el uso de «nuevas tecnologías para hacer frente a viejos desafíos de movilidad y asequibilidad», dijo el alcalde Steve Adler en un comunicado, y dijo que puso a la ciudad «mucho más cerca de crear una estrategia integral e inclusiva, para utilizar la tecnología de una manera que beneficie comunidades que generalmente se dejan atrás».
Infraestructura
Tomemos la infraestructura como ejemplo. Es algo crucial para el funcionamiento óptimo de cualquier ciudad, y que se extiende también a las redes inalámbricas. Esto es especialmente cierto a medida que más dispositivos se conectan a la Internet de las Cosas . «La conectividad de alta velocidad es literalmente el elemento vital de nuestra economía actual y impulsará la innovación futura,» dijo Chelsea Collier, editor de Smart Cities Connect, al Austin Business Journal. Para la ciudad de Austin, es importante que la red sea igualmente fuerte en toda la región, no sólo en las áreas más cercanas a los vecindarios afluentes.
Es importante que la red sea igualmente fuerte en toda la región, no sólo en las áreas más cercanas a los vecindarios afluentes.
En un taller reciente de preparación para ciudades inteligentes, algunas de las sugerencias de los participantes incluyeron la instalación de quioscos en una variedad de vecindarios, para obtener ideas y comentarios de personas con diferentes orígenes y experiencias de vida. Otros sugirieron utilizar datos para conectar a los residentes con viviendas de costo más accesible.
En otro intento por reunir comentarios, el concilio de la ciudad hizo disponible un Mapa Estratégico de Ciudad Inteligente, para que los miembros del personal pudieran responder a los comentarios sobre las seis prioridades en las que se centra: accesibilidad, seguridad, movilidad, salud, cultura y obras gubernamentales. Cualquier persona puede tener acceso a la hoja de cálculo que muestra en el mapa los 81 proyectos que fueron diseñados para hacer a Austin una ciudad más inteligente, y también pueden seguir el progreso de cada uno de estos proyectos.
El Toque Humano
Además de solicitar comentarios en persona y en línea, algunas soluciones provienen de los datos proporcionados por el Departamento de Vivienda o el Departamento de Energía. Austin también tiene metas ambiciosas, como convertirse en neutral en emisiones de carbono para el 2050.
«La absorción de la eficiencia energética en un vecindario, digamos una comunidad pobre, es diferente de la aceptación que vas a obtener en una comunidad rica, por lo que existen diferentes programas y formas de averiguarlo. Los resultados son impulsados por los datos», nos dijo Lehr.
Por esto, afirma que basarse únicamente en datos sin lo que él llama el «toque humano» puede conducir a centrarse desproporcionadamente en las comunidades afluentes. Usando como ejemplo el programa de Boston para reportar hoyos en las carreteras, que utiliza sensores de teléfonos inteligentes para detectar cuando alguien está conduciendo sobre un bache, probablemente concentraría reparaciones en áreas donde los conductores afluentes tienen no sólo un teléfono, sino planes de datos, dijo Kerry O’Connor, Director de Innovación de Austin.
Privacidad
Cuando se trata de datos de una ciudad, el toque humano es importante también en términos de privacidad. Consideremos cómo los investigadores de la Universidad de Texas utilizaron datos en el 2007 que se publicaron como parte del Netflix Prize, un concurso que otorgó un millón de dólares a un grupo de científicos que desarrollaron un sistema para la mejor recomendación de películas.
Cuando se trata de datos de una ciudad, el toque humano es importante también en términos de privacidad.
La compañía de streaming esperaba que la información estimularía a la gente a recomendar -y así mejorar- sus opciones de películas, pero el estudiante de postgrado Arvind Narayanan y el profesor Vitaly Shmatikov encontraron que podían identificar a los usuarios anónimos mediante la comparación de las críticas que éstos publicaron en IMDb. Mientras que lo que puede ser revelado acerca de un usuario es su preferencia por algunos géneros de películas, también, por ejemplo, podría indicar su religión o preferencia política.
Lehr lo ve como una ilustración del problema que enfrentan las ciudades al poner datos abiertos. Según afirma, las leyes de privacidad actuales «se basan en ideas de los años cincuenta, sesenta, setenta, en cuanto a la lentitud, la falta de tecnología, o que la gente era capaz de hacer». Por esto y más, este experto cree que hacer que los datos de ciudadanos sean accesibles no es una pregunta o decisión simple, si no que debería requerir primero, protección adicional para garantizar la privacidad y la seguridad, a medida que continúa el imparable avance de la tecnología.