Son malos tiempos para Uber y Cabify en España. Tanto los que viven como los que visiten Barcelona no tendrán más remedio que usar un taxi para desplazarse con auto por la ciudad.
¿Por qué? Pues porque, tras las duras presiones ejercidas por los taxistas, el gobierno catalán ha decidido decretar, entre otras medidas, la obligación de solicitar un servicio de Uber o Cabify con 15 minutos de antelación algo que, a priori, va en contra del ADN y de la filosofía de estas dos plataformas.
La idea fundamental cuando un usuario opta por pedir un Uber o un Cabify en lugar de un taxi es que en apenas unos minutos de espera hay un auto parado justo donde la persona que lo solicitó se encuentra, sin necesidad de ir a buscarlo ni de solicitarlo con antelación.
Por ello, ambas compañías consideran que, tras la nueva regulación que entrará en vigor el 1 de febrero de 2019 en Barcelona su existencia en dicha ciudad española ya no tiene sentido.
Sin embargo, lo peor de que Uber y Cabify abandonen Barcelona no es solo que el servicio dejará de existir, sino que, a priori, eso va a suponer miles de trabajos y empleos menos. Así, Vector Ronda, la compañía que da servicio a Cabify, ya ha anunciado nada más y nada menos que 1,000 despidos.
En concreto, fuentes de Cabify han explicado a través de un comunicado que el gobierno catalán «ha cedido a la presión y exigencias del taxi, perjudicando gravemente el interés ciudadano».
Mientras, Uber se manifiesta en la misma línea asegurando que «ante las restricciones a las VTC, nos vemos obligados a suspender el servicio en Barcelona».
Como ya habíamos informado en Digital Trends en Español, el sector del taxi en España llevaba días manifestándose en ciudades como Barcelona y Madrid para exigir una regulación más estricta a empresas como Uber y Cabify.