El fabricante británico Aston Martin anunció para el próximo año su primer automóvil eléctrico. Basado en el actual Rapide, será una unidad de cuatro puertas llamada Rapide E, y se construirá en un volumen muy limitado.
El Rapide E contará con dos motores eléctricos, que entregarán potencia a exclusivamente al tren posterior. Trabajando en combinación, los propulsores generarán 602 caballos de fuerza (hp) y un torque de 700 libras-pie (lb-ft) (949 Nm).
Un paquete de baterías de iones de litio de 65 kilovatios/hora (kWh) estará en el lugar que en el modelo convencional ocupan el V12 estándar de 5.2 litros, la transmisión y el depósito de combustible.
La apuesta en autonomía de la casa europea Aston es alcanzar al menos 200 millas (322 kilómetros) cuando sea sometido en Europa al Procedimiento Mundial Armonizado para Ensayos de Vehículos Ligeros (WLTP), no obstante el rango que medirá en Estados Unidos la Agencia de Protección Ambiental (EPA) pueda ser diferente.
En la práctica, el Rapide E estará equipado con un sistema eléctrico de 800 voltios, similar al que Porsche está planeando para su Taycan, el cual permitirá una carga más rápida, de hasta 100 kilovatios.
Aston Martin afirma que el Rapide E podrá acelerar de 0 a 60 millas (97 kilómetros) por hora (mph) en menos de cuatro segundos, saltar de 50 a 70 mph (80 a 113 kph) en 1.5, y alcanzar una velocidad máxima de 155 mph (249 kph). El fabricante enfatizó que estas cifras serán posibles a todo evento y no solo cuando la batería esté del todo cargada.
La compañía británica aseguró que podrá completar una vuelta completa al circuito de Nürburgring (12.9 millas o 20.1 kilómetros) sin pérdidas de rendimiento. Y quizá no sea capaz de igualar la aceleración del Tesla Model S P100D, pero todo hace presagiar de que tendrá una resistencia superior.
La producción se limitará a solo 155 unidades y las entregas ya se están programando para el cuarto trimestre de 2019. La firma no informó sobre los precios ni la disponibilidad para el mercado de Estados Unidos.
El Rapide E será un ejemplar de prueba para los futuros carros eléctricos de Aston Martin, que entrevistará a sus clientes para analizar el desarrollo de modelos a mayores volúmenes. En ese sentido, la experiencia con el vehículo será similar a lo que Mini o BMW han hecho con sus modelos E y ActiveE.
El automóvil será ensamblado en la nueva planta que la empresa tiene en la exbase de la Royal Air Force (RAF) de St. Athan, Gales. Después del Rapide E, Aston Martin debería de concentrar su gama eléctrica bajo la submarca Lagonda. Se espera que el primero de esas unidades, probablemente un sedán basado en el reciente concepto Lagonda Vision, sea presentado en 2021.