Chicago tiene una personalidad única y, para ayudar a comprender mejor el carácter y el temperamento de la Ciudad del Viento, Charlie Catlett – Director del Centro Urbano de Computación y Datos del Laboratorio Nacional de Argonne- decidió «equipar la ciudad con una gran cantidad de sensores para rastrear todos sus movimientos».
Aprovechando la inversión de la ciudad para instalar nuevas farolas, la idea de Catlett ha llegado a Chicago de la mano de unos sensores revolucionarios.
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Bautizada como Array of Things, la iniciativa de Catlett proporcionará una instantánea sin precedentes. Una que vez esté en funcionamiento, ofrecerá a varios grupos, al gobierno local y a una variedad de empresarios, el acceso a los datos acumulados. El objetivo es ayudar a mejorar Chicago. Al absorber la información climática perteneciente a la fluctuación de la temperatura, la presión barométrica, los niveles de dióxido de carbono y de dióxido de nitrógeno, así como de la luz, Array of Things contará con unos datos de valor incalculable.
«Pensé lo bueno que sería para la comunidad científica comprender mejor algunas cosas como el clima y la calidad del aire «, dijo Catlett a Fast Co. Design. Así, tras enterarse de que la ciudad de Chicago estaba a punto de sustituir sus farolas, Catlett comprendió que era su oportunidad.
Asignó a unos estudiantes de la Universidad de Chicago y del Laboratorio Nacional de Argonne el procesamiento y la introducción de varios datos y, después, buscó en el Instituto de Arte de Chicago el mejor diseño posible para los sensores. Una vez hecho todo esto, la Fundación Nacional de Ciencias aceptó financiar parte del desarrollo y la fabricación de los sensores (denominados nodos).
Ya con la financiación asegurada, el siguiente paso era comenzar con el diseño de los sensores. «No queríamos algo feo, ni tampoco algo que estuviera oculto», asegura Catlett. «Queríamos algo que fuera atractivo y que cuando alguien lo mire no esté seguro de si es una estación meteorológica o una obra de arte”, añade.
Finalmente, se trata de una pequeña caja con el logo de Array of Things y con un acabado en azul. Para su instalación, basta con conectar el dispositivo a un semáforo o un poste de teléfono mientras el sensor cuelga un poco más lejos del poste.
Sin embargo, el innovador programa también ha causado cierta controversia. La plataforma está diseñada para medir los niveles de tráfico y de los peatones por medio de cámaras, de manera que algunas personas se han quejado acerca de que movimiento se capture a través de una foto o un vídeo. Aunque se supone que las imágenes sólo se utilizan durante un tiempo para analizarlas, los algoritmos que accionan el dispositivo mantiene algunos datos para su posterior acceso.
No obstante, el responsable de la Oficina de información de Chicago, Brenna Berman, subraya que el programa tiene la capacidad de hacer mucho más bien, que mal, a la ciudad. «Nos da más datos para informar mejor, ofrecer mejores servicios y más eficientes. Vamos a pasar de tener 30,000 empleados utilizando datos para un mejor gobierno a tener 3 millones de socios dedicados a hacer de Chicago un lugar mejor «, concluye. De momento, 42 sensores se instalarán en Chicago con la esperanza de ampliar este número hasta los 60 y 80 sensores antes de que llegue el duro invierno.