Desde hace más de un año, Stan Larkin era joven sin corazón, literalmente. El jugador de 25 años de edad, estaba a la espera de un trasplante y, mientras, contaba con un corazón artificial en una mochila.
Larkin no sólo ha sobrevivido 555 días con este corazón portátil, sino que incluso prosperó, volviendo a casa del hospital y jugando de nuevo al baloncesto con este dispositivo a cuestas.
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Todo comenzó en 2007, cuando Larkin todavía era adolescente y vivía en Michigan. Se desmayó durante un partido de baloncesto y fue entonces cuando se le informó de una posible condición de corazón. Tanto él como su hermano fueron finalmente diagnosticados con displasia arritmogénica del ventrículo derecho (DAVD), una enfermedad del corazón hereditaria que a menudo es la causa de una muerte cardíaca súbita en atletas jóvenes.
Tras su diagnóstico, Larkin y su hermano Dominique entraron en una lista de espera de donantes y esperaron durante años para recibir un corazón sano. Cuando sus corazones ya no podían más y otras medidas convencionales no funcionaban, la pareja se sometió a una cirugía para reemplazar sus corazones por uno artificial: SynCardia. Este dispositivo hace el trabajo del corazón y se utiliza cuando no hay otras opciones de tratamiento.
Domonique recibió su trasplante de corazón unas pocas semanas después de que se le instalara el corazón artificial, pero Larkin tuvo que esperar más tiempo. Para que su vida fuera más normal, Larkin fue equipado con Freedom Portable Driver, una mochila de 13,5 libras con un corazón artificial que bombea la sangre oxigenada por todo su cuerpo.
Este dispositivo hizo posible que Larkin saliera del hospital y volviera a casa, donde podría pasar tiempo con su familia. Él fue el primer paciente con un corazón artificial que fue dado de alta del hospital de la Universidad de Michigan y el primero en el Medio Oeste en utilizar este dispositivo.
Larkin llevó «la mochila» durante más de un año antes de que finalmente se sometiera a un trasplante de corazón el pasado mayo. Durante ese tiempo, Larkin llevó este dispositivo al límite. «Él realmente prosperó con el dispositivo», dijo el cirujano cardíaco Dr. Jonathan Haft a MLive de Michigan.
«Creo que el Freedom Portable Driver tuvo que cambiarse unas 10 veces cuando él ya estaba en casa, porque no estaba pensado para jugar al baloncesto. «Con un corazón nuevo en su lugar y la libertad de la mochila, Larkin espera poder reanudar su vida junto a su hermano.