¿Estás pensando comparte un auto? No estás solo. En 2015, la industria automotriz en Estados unidos tuvo el mejor año en ventas de la historia, entregando más de 17.5 millones de autos nuevos. El anterior record fue en 2007, justo antes de que explotara el mercado de hipotecas y contagiara a toda la economía. Luego de renguear por siete años, la industria automotriz está de vuelta, sana y fuerte. Y los primeros indicadores de 2016 informan que las ventas de autos de este año continuaran con la tendencia de 2015.
Algunos razones que explican el boom son fáciles de identificar, como el buen estado de la economía, los precios bajos del combustible, y la demanda reprimida que, por la recesión, la gente decidió posponer hasta que llegaran mejores tiempos, como ahora. Pero el factor más importante quizás sea la confianza. La gente que está segura de que continuará trabajando, asume compromisos financieros de más largo plazo. Y ahora, hay confianza. Si eres una de las 17.5 millones de personas que está pensando en adquirir un auto en 2016, tendrás que hacer la tarea antes de comprar. Pero, no te preocupes, te vamos a ayudar.
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A menos que hayas estado haciendo muy buen dinero este último tiempo, necesitarás financiar esta compra. Y para obtener los mejores préstamos, vas a tener que analizar las diferentes ofertas, al igual que lo haces cuando quieres obtener el mejor precio de tu auto. Como en cualquier negocio, las agencias financieras compiten por ti, y esperan hacer dinero con tu decisión. Es importante que leas la letras chiquitas y que hagas los números para conseguir el mejor préstamo posible. Te lo repetiremos una y otra vez: “Haz los números”.
Hagamos juntos los primeros números
Las concesionarias de autos y las agencias financieras te muestran un montón de números. Quizás te pregunten cuánto quieres pagar por mes. Esa pregunta tiene sentido, ya que la mayoría de nosotros sigue un presupuesto mensual, y un pago menor significa más dinero disponible para otros usos. Algunas veces los vendedores atraparán tu atención mencionando tasas de interés bajas, o bonificaciones con devolución de efectivo, o algo que suene interesante.
Pero aquí te damos un regla fácil para que recuerdes: los concesionarios de autos y las agencias financieras necesitan hacer dinero en cada venta que realizan, nunca te ofrecerán algo con lo que no hagan dinero. Si no se benefician con la tasa de interés, entonces se beneficiarán con el precio del automóvil. No los estamos juzgando, es un negocio, pero tú tienes que hacer los números y entender qué operación es la mejor para ti.
Si asumes que el precio del auto que quieres comprar está fijo, puedes obtener un pago mensual más bajo extendiendo el término de tu préstamo. Pagarás menos mensualmente en un préstamo de seis años, que en uno de tres años por el mismo monto. Pero si haces los números, notarás que pagarás más en total por un préstamo con plazo más largo. No te preocupes por los cálculos matemáticos. Hay herramientas online que te ayudan con la aritmética. Wallethub.com tiene una buena aquí.
Por ejemplo, si pides prestado $32,000 dólares por tres años a un 3% de interés, harás 36 pagos mensuales de $931 dólares. Al término de los tres años, habrás pagado $1,502 en intereses, y un total de $33,502 por tu auto. Pero si tomas el mismo préstamo pero por seis años, harás 72 pagos mensuales de $486, y al término de los seis años habrás pagado $3,006 en intereses, y un total de $35,006 por tu nuevo auto. ¿Lo ves?
Antes que continuemos, ¿qué son los préstamos con tasa de interés del 0%? Seamos realistas, nadie te prestará dinero gratis. El negocio en estos préstamos está en el mayor precio del vehículo y no, obviamente, en la tasa de interés.
Dónde obtener los mejores préstamos, y qué lugares evitar
Aunque a estas alturas sabemos que vas a hacer los números para cada préstamo que consideres, hay algunas reglas a seguir muy útiles que facilitarán el proceso. Según el informe de Financiación de Automóviles de 2016 de Wallethub.com, las mejores fuentes de financiamiento son los mismos fabricantes de autos o tu unión de crédito, Las razones son simples. Las automotrices necesitan venderte el auto, y, por lo tanto, tienen un fuerte incentivo en hacerte un buen préstamo porque ellos hacen el dinero, principalmente, con el precio del automóvil. Del otro lado está tu unión de crédito, que te conoce y que tiene costos bajos, y por eso puede ofrecerte un buen préstamo también.
Si no puedes conseguir el dinero a través de las uniones de crédito o de los fabricantes de autos, la opción siguiente es un banco grande, pero está en un lejano tercer puesto. Según Jill Gonzalez, un analista de Wallethub.com, los préstamos de las automotrices y de las uniones de crédito son 35% más baratos que los de los grandes bancos.
Por último, lo que tienes que evitar a toda costa, según Gonzalez, son los pequeños bancos, ellos tienen las tasas de interés más altas para la compra de autos usados.
La malvada calificación crediticia
Todos los adultos en Estados Unidos tienen una calificación crediticia, y tu calificación define cuánto interés vas a pagar en cualquier préstamo que tomes. Una calificación baja significa un mayor riesgo de que no pagues el préstamo, y para cubrir ese riesgo, las instituciones financiaras te cobrarán una tasa de interés más cara.
Pero aquí está el tema: diferentes instituciones tienen diferentes opciones de préstamo para personas que no tienen una calificación excelente. Entonces, si tienes algunos ‘esqueletos en el armario’, es todavía más importante que hagas los números para cada préstamo que consideres.
Gonzales da algunos consejos para aquellos que están reconstruyendo su crédito luego de la despiadada recesión y quieren comprar o cambiar su auto.
“Lo mejor es reconstruir tu calificación crediticia antes de comprar el auto. Los compradores con calificaciones regulares terminan pagando hasta seis veces más por la financiación del vehículo. Es decir, por ejemplo, que si sacas un préstamo de $20,000 dólares a cinco años y tu calificación es regular, terminarás paganos $6,176 dólares más de interés que si tuvieras una calificación excelente”.
Las calificaciones van de 300 a 850. Una calificación de 300 significa que alguien está en problemas, en contraposición, una calificación de 850 indica que eres un ángel (financieramente hablando). Como referencia, Wallethub.com informa que una excelente calificación en 2016 es 720 o más, y una regular es entre 620 y 659. Pero es importante destacar que las diferentes instituciones definen qué es bueno, malo, o regular en diferentes niveles.
Por lo tanto, es muy importante a la hora de analizar un préstamo, en que grupo estás para la institución financiera. Quizás para una tengas una calificación regular y para otra una excelente. ¡Y el costo del préstamo será muy diferente! Otra vez, ¡haz los números! Empieza por conocer tu calificación crediticia.
¿Continuará el boom económico?
Todo el mundo quiere que así sea, pero tendrás más suerte pronosticando el clima de la primavera que la economía de Estados Unidos. Por lo tanto, concéntrate en tu propia situación económica e intenta obtener el mejor préstamo posible.
Ah… y ¡HAZ LOS NÚMEROS!