Drag x Drive es un intento valiente de Nintendo por mostrar la utilidad de la función mouse de los nuevos Joy con, una característica que funciona de forma sobresaliente en juegos como Mario Party Jamboree TV y Donkey Kong Bananza. Pero que sea valiente no significa necesariamente que sea fascinante. Me explico: quizá Nintendo pudo desarrollar una nueva versión de su serie Sports, algo como Switch 2 Sports, y meter un juego de disparar un arco en el que usas uno de tus brazos como riel y el Joy con mouse para simular el estiramiento de la cuerda. Un juego así habría sido más simple y sencillo de entender y quizá de desarrollar, pero sobre todo, menos cansado. Pero no, en vez de eso decidieron hacer un juego de robots en sillas de ruedas que juegan básquetbol.
La idea suena bien y es más amplia que la del juego de arco y de hecho también es divertida, pero mi principal problema con Drag x Drive es que jugarlo cansa. También lo hacen juegos como Just Dance o la misma serie Sports, pero la diferencia, creo, es que realizas actividades menos complicadas o que al menos se sienten más sencillas, un factor que considero importante porque no es lo mismo estirar los brazos con los Joy con por unos tres minutos, que hacerlo en encuentros que pueden durar más de 10 minutos.

Para ayudarte a imaginar cómo es la experiencia en Drag X Drive, piensa en Rocket League, solo que en vez de usar un control usarás tus brazos para simular que mueves una silla de ruedas y tendrás que levantar una de tus manos para simular que lanzas la pelota hacia una canasta. A diferencia de Rocket League, anotar en Drag x Drive es bastante sencillo —hay una ayuda notoria para facilitarte encestar—, de modo que la complejidad radica en lograr comunicación con tu compañero de equipo y jugar de forma cooperativa para vencer a los rivales.

También debo decir que uno de los mejores aspectos del juego son sus salas de espera. Literal es como estar esperando a que toque el turno de tu equipo en un parque público. Digo que es uno de los mejores aspectos porque puedes mirar “de lejos” a otros equipos jugar e incluso puedes aprovechar el tiempo para practicar algunos movimientos. Esto hace que la espera sea entretenida, aunque corres el riesgo de
Ahora, es probable que el agotamiento que produce Drag x Drive sea apenas un acercamiento a las dificultades que afrontan las personas con dificultades de movilidad. Jugar Drag x Drive por espacio de media hora me ayudó a darme una idea del nivel de preparación de las y los deportistas que juegan básquetbol en silla de ruedas. Pero, honestamente, dudo que el objetivo de Drag x Drive sea promover la empatía hacia este deporte. Es un acierto que lo logre, pero no creo que sea el punto. Y es precisamente por esto que creo que Drag x Drive acabará siendo solo un recuerdo de un intento sobresaliente de Nintendo por hacer juegos distintos, pero no creo que trascienda más allá.

No obstante, no creo que Drag x Drive sea un juego malo. De hecho los 20 minutos que puedo soportar jugándolo son entretenidos. Y no es que acabe como si hubiera hecho dos horas de gimnasio, es solo que sentarse en un sillón a mover los brazos como exige el juego es, digamos, raro. Creo que la mejor decisión que podría tomar Nintendo es ofrecer una demo, pues, estoy seguro, por los $20 dólares ($499 pesos en México) Drag x Drive tiene su público.