Ayer recibí una llamada de un número identificado como spam. Contesté. Me hablaron del banco con el que tengo una tarjeta de crédito para advertirme de un presunto cargo fraudulento. Abrí la app de la tarjeta en busca de algún movimiento raro y como no vi nada le dije al supuesto empleado del banco que llamaría para revisar. Colgó. Los fraudes bancarios están a la orden del día, y después de pensar cómo es que un grupo de delincuentes sabe que tengo una tarjeta con tal o cual banco empecé a considerar qué más puedo hacer para proteger mis cuentas. Como ya uso tarjetas virtuales con códigos de seguridad dinámicos (se genera uno para cada compra) que casi siempre tengo desactivadas pensé que lo único extra que puedo hacer es utilizar Apple Pay o Google Pay.
¿Apple Pay y Google Pay son seguros?
Usar Apple Pay o Google Pay en definitiva es más seguro —y cómodo— que cargar con tus tarjetas físicas, susceptibles a usarla en alguna terminal alterada o a un robo físico que termine por revelar los datos necesarios para realizar una compra fraudulenta: el número de la tarjeta y el código de seguridad. La razón por la que estos sistemas de pago son tan seguros es que se asemeja al uso de tarjetas virtuales con códigos de seguridad dinámicos.
Va una explicación breve: sistemas de pago como Apple Pay, Google Pay o Samsung Wallet funcionan a través de un proceso conocido como tokenización. A grandes rasgos, cuando realizas un pago usando alguno de estas apps los datos sensibles de tu tarjeta (como los 16 números del plástico o la fecha de expiración) no se comparten con el comercio. En vez de eso, la app contacta al emisor de la tarjeta para solicitarle un token, un código numérico que solo quedará registrado en tu celular y que servirá para validar las transacciones. Igual, dependiendo de tu configuración de seguridad, tendrás que validar tu compra; la forma más cómoda de hacerlo es usando verificación biométrica.
El sistema de tokenización es más seguro que usar tu tarjeta física, pues incluso en caso de que roben tu teléfono y hagan ingeniería inversa para obtenerlo, este solo servirá en tu dispositivo, que puedes desactivar a control remoto usando las herramientas de Apple y Google. También son más seguros porque incluso si roban tu teléfono, para validar la transacción tendrán que introducir tu pin o biométrico.
Por último, recuerda que sistemas de pago como Apple Pay o Google Pay funcionan a través de la antena NFC de tu celular o reloj inteligente, así que solo podrás utilizar estas plataformas con algún dispositivo compatible.
Y como recomendación, siempre configura estas apps para verificar tus pagos usando un pin, contraseña o biométrico, pues de lo contrario, en caso de robo podrías sufrir algunas compras indeseadas antes de desactivar tu teléfono o reloj.