Un problema mayúsculo han tenido las autoridades de Nueva York en los últimos meses, por el aumento de delitos con armas en el Metro de la ciudad, lo que ha hecho al alcalde de la Gran Manzana, Eric Adams, a tomar medidas drásticas.
Por eso, está solicitando la ayuda de una compañía de escáneres, para implementar una tecnología IA que pueda detectar las armas en el Metro.
El anuncio de Adams se produce una semana después de un altercado en una estación de metro en Brooklyn en el que un hombre recibió un disparo con su propia arma después de apuntarla a otro pasajero.
La compañía elegida para suministrar el servicio es Evolv, una empresa de detección de armas con sede en Massachusetts cuyos detectores se utilizan en escuelas y lugares de todo el país.
El programa piloto comenzará en 90 días, de acuerdo con la Ley POST, que requiere que el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York revele las tecnologías de vigilancia que utiliza y publique declaraciones de impacto y uso antes de que se implementen nuevas tecnologías. Adams dijo que la ciudad también usará el período de espera de 90 días para investigar a otros proveedores. «Esta ciudad tiene un alcalde de tecnología», dijo Adams. «Tráigannos sus tecnologías. Vamos a probarlo».
La compañía afirma que los escáneres utilizan «campos electromagnéticos seguros, de frecuencia ultra baja y sensores avanzados para detectar armas ocultas». El CEO de Evolv, Peter George, ha afirmado que los escáneres pueden detectar prácticamente cualquier tipo de arma.
Sin embargo, no todo ha sido beneficioso para esta empresa, ya que existen varias denuncias que indican que sus máquinas han detectado paragüas como armas, y han dejado pasar fierros pesados u otros metales que sí han sido utilizados para delitos.
Por eso la Comisión de Valores de Estados Unidos y la FTC han abierto investigaciones contra Evolv, para certificar si realmente sus detecciones son precisas y cumplen con las normativas.
En marzo, los inversores presentaron una demanda colectiva alegando que la empresa había tergiversado la eficacia de sus productos y «engañado al público en general, a los clientes y a los inversores».
El piloto ya ha generado críticas. «Los sistemas de detección de armas son defectuosos y con frecuencia activan falsas alarmas», dijo en un comunicado la Sociedad de Ayuda Legal, la organización sin fines de lucro de defensores públicos más grande de la ciudad. «Contrariamente a las afirmaciones del alcalde, la Ciudad de Nueva York no debería servir como campo de pruebas para las corporaciones de vigilancia; El público no ha dado su consentimiento para ser parte de estos experimentos».