El primer agujero negro fotografiado por la humanidad, ubicado en la galaxia M87, ahora ha entregado importante evidencia a los científicos.
Un equipo internacional de científicos encabezado por el investigador chino Dr. Cui Yuzhu analizó 22 años de datos observacionales recopilados por más de 20 telescopios en todo el mundo. Lo que encontraron fue que el agujero negro en el centro de la galaxia M87, que es 6.5 millones de veces más masivo que nuestro sol, exhibe un chorro oscilante que oscila hacia arriba y hacia abajo cada 11 años. Este fenómeno confirma que el agujero negro está girando.
Los agujeros negros engullen enormes cantidades de gas y polvo, que atraen con su atracción gravitacional masiva. Una pequeña fracción de esas partículas que no caen en el agujero negro se arrojan y viajan cerca de la velocidad de la luz, apareciendo como haces estrechos a lo largo del eje. Estos haces se llaman «chorros». Las observaciones de los telescopios muestran que el chorro de M87 oscila 10 grados en un ciclo recurrente de 11 años, tal como lo predijo la Teoría General de la Relatividad de Einstein.
Entonces, ¿qué hace que el avión del M87 se balancee hacia adelante y hacia atrás? El análisis de los investigadores indica que el eje de rotación del agujero negro no se alinea perfectamente con el eje de rotación de su disco de acreción. Esta estructura en forma de disco se encuentra típicamente alrededor de un agujero negro, porque está hecha de materiales que gradualmente giran en espiral hacia el vacío para ser consumidos. Esa desalineación entre la masa giratoria y la materia que se arremolina a su alrededor causa «un impacto significativo en el espacio-tiempo circundante», que afecta el movimiento de los objetos cercanos en lo que la Teoría General de la Relatividad llama «arrastre de marcos».