La Xbox Series S ha sido reconocida, entre otros aspectos, por su tamaño: es la consola de nueva generación más pequeña que existe y tiene un formato muy cómodo para colocarla sobre cualquier mueble. Por tanto, alguien pensó que sería una buena idea crear una pantalla que la convierta en una portátil.
Y esa idea se transformó en xScreen, un proyecto de Kickstarter creado por Upspec Gaming, en Australia, que agrega una pantalla a la consola de manera muy orgánica. La pantalla es de 11.6 pulgadas, con resolución de 1920 x 1080 pixeles (1080p) y tasa de actualización de 60 Hz. Estas especificaciones son más que suficientes para el tipo de consola que es la Series S, ya que muestra la mayoría de los juegos a 1080p.
El dispositivo se conecta al puerto HDMI de la consola, pero no mediante un cable, sino con un conector directo a los puertos HDMI y USB. Gracias al primero se envía la señal a la pantalla, mientras que con el USB se alimenta de energía. Además, el diseño de la carcasa deja libres los puertos para conectar la consola a la corriente y para insertar la expansión de memoria.
El xScreen tiene un diseño muy interesante, ya que conserva el mismo color de la consola y un formato que no es disruptivo respecto al diseño simplista de la Xbox Series S. Aparte de la pantalla, incluye un par de parlantes estéreo que quedan ubicados justo adelante de esta, tal como si fuera una laptop. Por otra parte, el aparato es relativamente liviano y apenas le agrega 695 gramos a la consola.
El proyecto del xScreen en Kickstarter ya llegó a más de $85,000 dólares y superó por mucho la meta inicial de $9,200. Eso sí, y debido a la tecnología, el precio del periférico no será barato, ya que comienza en $250 dólares. Sin embargo, parece haber interés del público, más si se toma en cuenta el dinero recaudado hasta ahora.
Sería bueno saber qué opinan en Microsoft del xScreen, que no es para nada un periférico oficial pero que perfectamente podría serlo.