Phil Spencer, jefe de la división de Xbox en Microsoft, confirmó algo que ya se suponía: la escasez de unidades de Xbox Series X y Xbox Series S continuará hasta 2022.
Para Spencer, la situación actual no tiene que ver solamente con la escasez de chips que afecta a toda la industria de electrónica. Los problemas son más integrales y están relacionados con la construcción y distribución hacia los mercados donde hay distintos tipos de demanda por parte de los consumidores.
“El proceso está lleno de partes en las que puede haber algún problema”, reconoce Spencer, “y lo lamento, pero aquello continuará este año y parte del siguiente”.
Para el directivo, lo más decepcionante es que esto se traslada hacia los usuarios. “La gente realmente está interesada en esta nueva generación de consolas”, según Phil Spencer. Y con esto no solo se refiere a las que fabrican ellos, sino también a las de la competencia, en este caso la PlayStation 5.
La reposición de stock de todas las consolas se ha hecho a cuenta gotas en prácticamente todos los mercados. Pese a ello, la PlayStation 5 se ha vendido más rápido que la PlayStation 4 en 2013, que se lanzó sin problemas ni escasez de chips.
Esta situación también ha afectado a los productos de otros fabricantes como NVIDIA o AMD, cuyos nuevos modelos de tarjetas de video se han presentado, aunque con disponibilidad muy limitada, lo que a su vez se ha reflejado en los precios de reventa.
De acuerdo con los análisis preliminares, la escasez de componentes se mantendrá durante todo 2022 e incluso podría alcanzar a 2023. Por lo tanto, para comprar una consola o una tarjeta de video nueva no queda más que tener paciencia.