Los Resident Evil clásicos llegan a Switch prácticamente intactos.
Lo bueno
- Revisitar el terror clásico
- La portabilidad es un plus que no sabía que necesitaba
- Cada juego ofrece lo suyo
Lo malo
- Oportunidad desaprovechada respecto a Switch
- Tiempos de carga que rompen la inmersión
Puntaje
7/10
Capcom ha tenido una relación cercana con Nintendo hace ya varios años, teniendo la familia de las 3DS como el hogar predilecto para la saga de videojuegos Monster Hunter, entre otros ejemplos. Esto se mantiene en Switch, y ya hay varios títulos que recobraron vida en la consola, tal como Dragon’s Dogma: Dark Arisen. Ahora le toca a Resident Evil, franquicia que ya puso un pie con Revelations y Revelations 2, pero ahora llegó aún más fuerte con Resident Evil 0, Resident Evil 1, y Resident Evil 4.
Así es, fueron probablemente lo más clásico que encontraron y los trajeron tanto de forma individual como de forma física (aunque esta última incluye solo RE0 y RE1) a la consola híbrida de Nintendo. Vale recordar que la segunda entre de la franquicia tuvo su remake a principios de este año, mientras que RE3: Nemesis parece estar en los ojos del estudio para ser la próxima en dar el salto tecnológico.
Muchos están esperando tener novedades sobre el futuro de esta icónica historia alrededor de Umbrella y muertos vivientes caminando por Racoon City, pero estos tres títulos vuelven de forma remasterizada para los nostálgicos, y sobre todo aquellos que quieren volver a vivirlos de forma portable.
Si bien RE4 ya se estaba alejando del terror tan característico de los orígines de la franquicia, RE0 y RE1 son perfectos para ser jugados cubiertos de mantas en un sofá durante una noche de tormenta. Pero hay algunos detalles a tener en cuenta antes de ir corriendo a buscarlos, ya que hay diferencias y particularidades para cada uno de ellos.
Experiencias casi intactas con el pasar de los años
En primer lugar hay que tener en cuenta de que no se tratan de versiones completamente nuevas, ya que son remasterizaciones que se vieron en consolas anteriores, pero por fortuna no presentan tantos nuevos problemas. Digo nuevos porque algunos de los que ya estaban presentes no fueron arreglados, y eso es algo que llama la atención.
En RE4, por ejemplo, hay un pequeño «bug» con la mira del arma cuando hay bombas presentes en el escenario. La misma se comportará con un movimiento casi como si se deslizara hasta que logramos hacer explotar todas. Puede sonar como tan sólo un detalle, pero todo cuenta en la experiencia en general, y en ciertos mapas esto puede complicar las cosas cuando hay varios enemigos viniendo hacia ti.
Dicha versión proviene de la última remasterización que hicieron para PlayStation 4, aunque muchos probablemente extrañen lo genial que fue el port de Nintendo 64. RE1 y RE0 siguen la misma filosofía, proviniendo de remasterizaciones ya existentes y adaptándose a la consola de Nintendo.
A simple vista la mayor diferencia que se puede ver entre los tres títulos son los cuadros por segundo. RE4 funciona a 60 cuadros casi todo el tiempo, bajando a un máximo de 40 durante las secciones más pesadas, pero por fortuna nunca compromete la experiencia. Los otros, en su lugar, corren a 30 cuadros. Si bien aquellos acostumbrados a jugarlos en PC extrañarán poder llevar RE 1 hasta 120 FPS, la verdad es que la naturaleza de estos primeros títulos permiten disfrutarlos sin problemas. Mientras que la aventura de Leon Kennedy por España se centra en la acción ya con una cámara en tercera persona, RE1 y RE0 todavía mantienen la cámara fija en los pasillos, presentando ángulos claustrofóbicos con una acción más pausada y meticulosa.
Una oportunidad que podría haber sido mucho más
¿Qué hay sobre las novedades, entonces? Como ya mencionamos, hay un tipo de fidelidad gráfica más moderna, y más allá de un cambio de resolución los tres juegos se ven bien tanto en modo portable como en la televisión. Sin embargo, durante mi tiempo con los tres juegos mi elección por excelencia fue el modo portátil, en el que se adaptaron perfectamente y, por fortuna, los joy-cons no me dieron ningún problema. Incluso hay distintas opciones de controles para escoger si no estás convencido por la que trae por defecto.
Resident Evil 4, por su parte, es una oportunidad muy desaprovechada.
Y hablando sobre los controles, no esperen nada revolucionario respecto a estas versiones. Los Resident Evil clásicos se mantienen fiel a sus espíritus, respetando el layout de botones clásico donde solamente necesitarás de un mando o los joy-cons sin ningún adicional. Resident Evil 4, por su parte, es una oportunidad muy desaprovechada. Muchos creían que su versión a Switch iba a traer las particularidades de la edición de Wii, en donde se podían usar los controles de movimientos para apuntar las armas. Los joy-cons ya vienen integrados con esto, y la tecnología en el interior es incluso mejor que aquel entonces, sin mencionar la diferencia de portabilidad. Pero no fue así.
Lo cual es una lástima porque, más allá de hacer uso del HD Rumble (lo cual ya viene por defecto dado que todas estas versiones anteriores aceptaban vibración en los mandos correspondientes) no hay otras particularidades para volver a elergir RE4 en Switch. La experiencia se disfruta por sobremanera de igual forma, y debemos admitir que ver correr este juego en una consola portable es un logro que muchos apenas lo imaginaban, pero que ya se encuentra presente de forma definitiva. Sin embargo, se esperaba más, y es curioso porque la consola tiene todas las capacidades para jugar con los controles y tratar de inventar cosas nuevas, incluso si luego pueden ser activadas o no por el usuario. Pero es una lástima que no estén allí.
Algo a destacar de RE1 y RE0 son los tiempos de carga en algunas secciones. Si nunca has jugado un Resident Evil de la vieja escuela, las míticas pantallas de carga cuando uno entraba o salía de una habitación estaban representadas por una pequeña cinemática mostrando cómo se abría la puerta. Fue increíblemente atmosférico en aquel entonces, y se sigue manteniendo como una herramienta para seguir brindando terror al jugador. Sin embargo, la consola aprovecha estas oportunidades para tardarse un par de segundos más en cargar, algo que fue «solucionado» agregando un símbolo de carga en un costado de la pantalla mientras vemos la puerta abierta. Esto es en el caso de RE1, pero en RE0 directamente se abre la puerta y nos quedamos viendo a una pantalla en negra hasta que carga.
Yo hubiera preferido que comprometieran un poco la calidad gráfica para provee mejores tiempos de cargar. Incluso si no hubieran tenido opción de no atrasarlos, tal vez los tiempos serían más cortos, ya que es algo que realmente hace a la experiencia.
Pero si las ausencias de controles de movimiento y esperas de algunos segundos no te molestan, esta llegada de títulos clásicos de Resident Evil en Switch es más que bienvenida.