Si eres fan de los juegos rítmicos y la saga Persona, no puedes perderte «Persona 3» y «Persona 5».
Lo bueno
- Gameplay se mantiene entretenido
- Aún con fanservice, es genial volver a ver a cada grupo
- Remixes mejoran canciones
- Mucho estilo, carisma, y personalidad en cada título
Lo malo
- Repertorio puede sentirse chico
- Cosas buenas de «P4: Dancing All Night» se perdieron
Puntaje
8/10
Aquellos afortunados que cuentan con una PlayStation Vita y buen ritmo pudieron disfrutar de Persona 4: Dancing All Night desde hace ya unos años. Este título se presentó como un «spin-off» de la reconocida franquicia de Atlus Persona, juegos de rol en los que debes vivir una vida de estudiante que puede parecer normal en un principio, pero no tardarás mucho en estar luchando contra demonios en compañía de amigos. Las relaciones que forjas durante el día potencian tus habilidades, y la historia lleva a los jugadores a recorrer cada día del calendario por separado, siempre con un tinte misterioso de por medio junto a cartas de tarot, acción, y una buena banda sonora.
Es justamente éste último elemento el que impulsó Dancing All Night, presentándose como un videojuego rítmico que, si bien cuenta con todos los personajes que los fans conocen, el gameplay no podría ser más distinto. De la misma forma, Persona 3 y Persona 5 recibieron el mismo tratamiento, llegando a PlayStation Vita y PlayStation 4 bajo los nombres Persona 3: Dancing in Moonlight y Persona 5: Dancing in Starlight. Sabemos que son muchos nombres complicados a la vez, pero vayamos paso por paso.
Mecánica de juego
Dejando de lado estructuras ya conocidas como las de Guitar Hero o Rock Band, mostrando una «carretera» vertical por donde llegan las notas a tocar, la saga de Persona Dancing optó por un diseño que se adaptara mejor a la pantalla de la consola portátil de Sony.
Del lado izquierdo, tenemos los direccionales arriba, izquierda, y abajo. Del lado derecho se encuentran los botones triángulo, círculo y equis. Las notas aparecen desde el centro de la pantalla hacia afuera, y los jugadores deben seguir el ritmo de la música para presionar la tecla correspondiente al momento en que llegue a cada sector.
Lo que ya suena como una gran apuesta, es llevada aún más lejos con la adición del «scratch», un tipo de nota que se suma a las ya conocidas como notas dobles (pulsando dos botones a la vez) o aquellas largas que requieren que presionar hasta el final y soltando en el momento justo. En las nuevas, los jugadores pueden realizar un gesto sobre la pantalla touch en PlayStation Vita o mover el analógico izquierdo o derecho en PlayStation 4.
Intentar alcanzar los analógicos en PlayStation 4 se vuelve incómodo tras una seguidilla de canciones.
Se trata de notas que mantienen la forma de la pantalla en cada canción, apareciendo como aros circulares, y son la única forma en que puedes recolectar una nota de Fever, un período de bonus en cada canción similar al Star Power en Guitar Hero. La manera en que se manejan los puntos en Persona Dancing depende del momento en que tocamos el botón correspondiente a una nota. Este puede ser calificado como «Perfect», «Great», «Good» o «Miss». Las primeras dos son positivas, mientras que un «Good» puede no afectar tu puntaje de forma negativa, pero sí interrumpirá el combo que tengas en el momento. Si uno está en «Fever», esto se anula.
Por defecto, hacer o no los «scratches» no tiene efecto en tu puntaje (algo que puede ser activado luego) pero son importantes para el Fever. Sin embargo, intentar alcanzar los analógicos en PlayStation 4 se vuelve incómodo y hasta doloroso luego de una seguidilla de canciones, pero por fortuna esto puede ser cambiado para los botones L1 y R1.
Y además de los «scratches» y el puntaje, también hay otra mecánica que Persona 3: Dancing in Moonlight y Persona 5: Dancing in Starlight heredaron de Dancing All Night. En el antecesor, los protagonistas de Persona 4 eran atrapados en una realidad repleta de «Shadows» (la forma predeterminada de los enemigos), quienes servían de público durante nuestras presentaciones en el escenario.
Aquí, esto se dejó de lado (al menos de forma visual) en cada canción, pero el medidor se mantiene como un indicador más a tener en cuenta en pantalla: mientras mejor juguemos, más se llenará, pasando a color verde o en un modo «Fever». La cuestión es que, por más que hayamos logrado mantener un puntaje más que considerable con pocas notas perdidas, si el medidor no se encuentra al menos en verde, fallaremos la canción. La intensidad de las notas y la exigencia requerida para sobrevivir esto depende de la dificultad elegida, repartida entre «easy», «normal», «hard», y «all night».
Lo que cambió
Si bien, la fórmula principal que hace que estos videojuegos se diferencien del resto en el género sigue intacta, hubo más cambios además de la ausencia de «shadows» y el cambio de elenco de personajes. Persona 4: Dancing All Night se destacó por tener un modo historia al estilo de una novela visual, contando cómo es que los protagonistas llegaron a estar atrapados en un mundo donde sólo pueden sobrevivir bailando (algo bastante alocado incluso para el universo de Persona).
En estos nuevos títulos esto fue reemplazado por un apartado llamado «Social» o «Commu», permitiendo participar en conversaciones con cada personaje, y obteniendo recompensas como atuendos y accesorios para personalizar la apariencia de las estrellas. Las mismas se desbloquean cumpliendo requisitos, y se tratan de interacciones entretenidas que traen nostalgia y referencias con un alto grado de fanservice.
Se extraña tener un modo historia propiamente dicho.
Pero se extraña tener un modo historia propiamente dicho. El enfoque está casi por completo sobre jugar las canciones, y si bien uno puede desbloquear algunas cosas interesantes si completa estas conversaciones (incluyendo canciones nuevas y la posibilidad de explorar las habitaciones de cada personaje en primera persona) se puede percibir el potencial desperdiciado.
De hecho, el setlist es bastante marcado en cada juego, al igual que la interfaz y el estilo título plasmado en las pistas de baile. Los remixes en Persona 3: Dancing in Moonlight son excelentes, y la variedad de canciones también se hace notar, mientras que la interfaz es más limpia que su contraparte, siempre con tonos celestes y la personalidad del juego original intacta.
El estilo de Persona 5: Dancing in Starlight es casi una extensión de los menús que ya conocemos, pero por algún motivo se sienten algo desordenados. En cuanto al setlist disponible hay varios remixes de «Rivers in the Desert», uno de los hits del juego, y puede volverse algo monótono aunque se traten de versiones de calidad muy variadas entre sí. Durante la experiencia en conjunto de Persona 5 el soundtrack es impecable, pero llevado por separado pierde peso.
Ver a los protagonistas nuevamente y poder extender un poco sus historias logra dar el efecto buscado, volviendo a sentirse en casa como si nunca nos hubiéramos ido. Aunque esto está mejor logrado en Dancing in Starlight, ya que los sucesos ocurren después de finalizada la historia original.
Nuestra Opinión
Si eres un fan de Persona y te gustan los juegos rítmicos, probablemente se traten de títulos que no quieras perderte, pero si superar puntajes y jugar las mismas canciones repetidas veces no es lo tuyo, es difícil recomendar los spin-offs tan abiertamente.
Se tratan de experiencias entretenidas con buenas canciones en general, además de opciones para configurar las dificultades sumando o restando al puntaje general. Reencontrarse con los personajes es genial, pero no hay mucha vida útil sin un modo historia o incluso algún componente online para competir en línea comparando puntajes.
Persona 3: Dancing in Moonlight y Persona 5: Dancing in Starlight están potenciados de remixes excelentes, estilo, y mucho fanservice. Por momentos, parecen un paso atrás comparados a Dancing All Night, pero en conjunto funcionan, incluso si es sólo para hablar con un viejo amigo o recordar una canción iconica de los juegos originales.