Después del cricket, ningún otro deporte podría parecer más ajeno que el golf. Todo lo que sé sobre ese deporte es que existe una leyenda llamada Tiger Woods que a inicios de 2021 volcó en su auto, y que, para quienes no desayunamos mimosas, la experiencia más cercana son esos parques donde se juega minigolf. Por eso, la serie Mario Golf siempre me pasó desapercibida hasta que tuve que reseñar Mario Golf: Super Rush.
Sin tener idea de qué es un birdie ni un bogey, comencé a jugar un modo llamado Golf rápido que pensé sería el equivalente a una partida rápida, y aunque, en cierto modo lo es, aquello se me figuró al mismo caos inverosímil de Mario Kart pero con los personajes de Nintendo jugando golf. No entendí mucho, así que mejor me puse a jugar Aventura de golf, que es básicamente un modo campaña.
Primero, si como a mí en tu vida te ha interesado el golf, Super Rush te resultará cuando menos confuso si optas por saltar el tutorial que encuentras en el modo campaña. Pero, una vez que comencé a jugarlo, no tardé mucho en entender lo básico para jugar Mario Golf: hay que observar el mapa, calcular la potencia y dirección del tiro y estar atento a la velocidad y dirección del viento. Sí, es más complicado que Smash y menos intuitivo que Mario Kart, pero si Mario Golf es un juego de golf simplificado, no me quiero ni imaginar un título como PGA Tour 2K21. Una vez que lo entiendes (y hay que decir que tampoco es Flight Simulator), la campaña es entretenida.
Puro bogey
La campaña de Mario Golf: Super Rush tiene algunos elementos muy básicos de un videojuego RPG. Juegas con tu Mii, que hace las de un jugador novato que llega a una villa con otros diamantes en bruto que son personajes secundarios de los juegos de Mario, como Placapum (el koopa que te tacleaba en Super Mario World) y Boo, que ciertamente no necesita presentación. Al inicio tendrás que jugar los tutoriales para demostrar que sí tienes algo de diamante y no nada más eres… bueno, ya sabes. Total que, al terminar los tutoriales, participarás en algunas competencias.
En mi caso, sentí que rápido entendí las mecánicas, pero no fue sino hasta que entré a los torneos clasificatorios (básicamente el juego te pone a practicar y a practicar) cuando me di cuenta de que, detrás de los tiros de rutina que realicé en el entrenamiento, me encontré con situaciones más complejas. De hecho, hasta un par de juegos en los que logré un primer lugar. Dicho de otro modo, Mario Golf: Super Rush, aun cuando simplifica todas las complejidades del golf, no es un juego que vas a dominar en un dos por tres. Al estilo de Nintendo, es fácil de jugar, pero difícil de dominar.
Precisamente, mientras avances en el juego ganarás puntos para mejorar las habilidades golfistas de tu Mii. Al cabo de unas horas de juego, tu Mii será capaz de lanzar la bola más lejos y con más curvatura.
Nada de carritos
A diferencia de las ediciones pasadas de la serie, en Mario Golf: Super Rush los personajes tienen que correr hacia la pelota cada vez que le dan un golpe. De hecho, esta es, por decirlo, la novedad principal del juego. Esta mecánica hace que en la carrera hacia tu pelota puedas embestir a los otros jugadores a fin de entorpecer su avance, sin embargo, en el modo campaña no tiene ninguna trascendencia, ya que juegas para ver quién logra meter la pelota al hoyo en la menor cantidad de golpes y no en la menor cantidad de tiempo.
Sin embargo, donde sí hace una diferencia notable es en el modo Golf rápido, donde se compite por meter la pelota en la menor cantidad de tiempo. La mecánica suma a la sensación arcade del juego, pues en realidad puedes enfocarte un poco más en jugar de manera agresiva que en calcular la parábola de la pelota. Y claro, los personajes corren mientras hacen piruetas y movimientos inverosímiles (Yoshi camina sobre un huevo gigante) que también aumentan la sensación de que se juega un golf menos serio que un golfito.
Salva el par
Mario Golf: Super Rush es un juego cumplidor. Con eso quiero decir que, si alguien te lo regala pensando que será un buen obsequio, te vas a divertir. Difícilmente me habría interesado en un juego de golf, y Super Rush me resultó interesante e incluso puedo decir que, tras asomarme a las características de ese deporte, puedo apreciar de mejor manera los tiros increíbles de Tiger Woods.
Sin embargo, sé que algunos jugadores que han seguido la serie de cerca se han quejado de que el juego no tiene demasiado contenido. Esto podría ser cierto, pues además del modo campaña, Golf rápido y sus respectivas variaciones, las otras opciones son un modo versus llamado Batalla de golf —que es similar a la batalla de globos de Mario Kart— y la chance de jugar en línea. Si pienso en un juego como Super Smash Bros. Ultimate, diría que esa aseveración es cierta, pero si pienso en Mario Kart Deluxe, diría que Mario Golf: Super Rush cumple. Es probable que hable porque el juego me resulta novedoso y porque nunca había jugado uno, así que, para mí, Super Rush salva el par.