Uno de los problemas que han tenido los usuarios de la Nintendo Switch tiene que ver con el Joy-Con drift: el stick analógico de los controles registra movimientos incluso sin tocarlo, de modo que el personaje o la cámara dentro del juego se desvía para cualquier lado. Nintendo aún no se ha hecho cargo de esto, pero mientras tanto puedes arreglarlo, al parecer, con un pequeño pedazo de papel.
Entre los motivos más comunes del mal funcionamiento del Joy-Con está el polvo. Este puede acumularse dentro del mando e impedir que los pequeños contactos metálicos en su interior toquen las almohadillas de grafito, las cuales están a cargo de registrar los movimientos del stick. En ese caso, tiene sentido que todo se solucione al abrir el control y limpiar su interior. Pero, la mayoría de las veces, el problema vuelve a ocurrir.
Cansado de soluciones temporales, Victorstk, del canal de YouTube VK’s Channel, indagó a fondo en el tema —incluso revisó controles de otras consolas— y concluyó que hay otro factor que afecta al Joy-Con drift. Las abrazaderas de metal que mantienen los componentes juntos dentro del mando terminan aflojándose, y esto genera un espacio entre los contactos de metal y las almohadillas de grafito, lo que reduce su conexión. Es por eso que el control “se vuelve loco”.
Para resolver eso, lo que hizo Victorstk fue apretar el centro del Joy-Con. Esa presión provocó que se comprimieran los componentes del control y que las partes internas volvieran a tener un contacto firme. Sin embargo, para una solución más permanente, el youtuber insertó un papel de aproximadamente un milímetro de grosor dentro del mando con el fin de producir el mismo efecto.
Es posible que esta idea no funcione con todos los Joy-Con averiados, sobre todo si hay mucha suciedad acumulada, pero si no es tu caso, quizá puedes intentar este método. Según Victorstk, su control —que mostraba constantes fallas con el registro de movimiento— lleva dos meses funcionando de maravilla.