La novena generación de consolas no podía llegar en peor momento. El COVID-19 no solo ha obligado a suspender la feria de videojuegos más grande del mundo, la E3, sino que la crisis económica hará a los consumidores menos propensos a gastar su dinero. Además, ya se estima que los problemas con las cadenas de suministro retardarán la fabricación y entrega de máquinas y accesorios.
El vicepresidente ejecutivo de Gaming en Microsoft, Phil Spencer, habló con BBC sobre los planes del gigante de Redmond ante la pandemia, cuyo próximo capítulo será en julio de 2020, cuando se muestren algunos de los juegos que se encuentran en desarrollo a través de un evento transmitido online.
“Parece que estamos entrando en un gran período de incertidumbre económica. En lo que probablemente estoy más centrado es en el entorno macroeconómico. Vemos el impacto en el desempleo y las personas que son despedidas. Es duro. Y somos una actividad de ocio. No somos primordial. No somos techo ni comida”, reconoció.
Spencer recordó que el programa de suscripción permite a las personas comprar su próxima consola pagando un cargo mensual, mientras que la firma mantendrá la compatibilidad, las novedades y el soporte técnico para quienes opten por conservar sus máquinas de otras generaciones.
Sobre el precio del lanzamiento, señaló que “las personas encuentran valor real en la inversión que hacen en los juegos. Pueden comprar una consola, comprar algunos juegos y, literalmente, proporcionar a la familia cientos de horas de entretenimiento. Cuando miramos la recesión de 2008, para ver cuál fue el impacto en los juegos, funcionaron bien”.
“El precio va a ser importante, pero nuestra estrategia se centra en el jugador, no en el dispositivo. Si 2020 no es el año en que una familia quiere tomar la decisión de comprar una nueva Xbox, está bien. Nuestra estrategia no gira en torno a cuántas Xbox vendamos. Estamos enfocados en brindar servicios a través de Xbox Game Pass, que permite a las personas construir su biblioteca por una tarifa mensual”, agregó.
El ejecutivo subrayó que la “entrega inteligente” significa que cambiarse de consola no será sinónimo de perder los juegos ya comprados, mientras que la compatibilidad con versiones anteriores asegurará la posibilidad de seguir accediendo a “miles y miles” de títulos.
Respecto de las expectativas de ventas, indicó que para la industria ya no es tan relevante las unidades de consola, sino que otros parámetros, como cuánta gente está jugando, con qué frecuencia, que está jugando la gente, cuántos amigos tiene en la red y cuántos juegos usa.
Consultado por los hábitos de los jugadores durante la cuarentena, informó que Microsoft contabilizó más de 270 millones de nuevas interacciones en el ecosistema Xbox Live. “Las personas no solo se mantienen conectadas con sus amigos, sino que también encuentran nuevos en línea mientras juegan, lo cual es realmente genial», comentó.