El 4 de febrero darán inicio los Juegos Olímpicos de Invierno, por lo que la justa estrenó Olympic Games Jam: Beijing 2022, un videojuego para dispositivos móviles que ofrece la posibilidad de adquirir tokens no fungibles o NFT (non fungible tokens).
Los NFT son una especie de certificado digital que valida la autenticidad y unicidad de un bien digital. En el caso del videojuego, los NFT son pines digitales que potencian las habilidades de los jugadores en distintos deportes virtuales, como esquí o patinaje de velocidad.
Debido a que los NFT del juego podrán comprarse con dinero real y mejorar el rendimiento de los jugadores, el juego levanta críticas por considerarse un pay to win, es decir, uno en el que, dependiendo de cuánto dinero gastes, tendrás más posibilidades de ganar.
Igual, buena parte de la intención de nWay (desarrollador del videojuego detrás de Power Rangers: Battle for the Grid), es que quien adquiera los NFT pueda venderlos dentro del juego y así crear una especie de microeconomía que aprovecharía el furor de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022.
También, lo cierto es que nWay no es el primer desarrollador de videojuegos que incorpora NFT en sus títulos. A finales de diciembre de 2021, Ubisoft, una de las compañías más grandes de esta industria, anunció la incorporación de estos certificados en Ghost Recon Breakpoint.
Aunque Yves Guillemot, CEO de Ubisoft, habló de la incorporación con entusiasmo, los videojugadores mostraron poco interés en los NFT.