He sido un jugador de consolas toda mi vida. Comencé con la NES cuando era un niño y ahora estoy a la espera de comprar una PS5 cuando vea alguna exclusiva que quiera jugar, como Bloodborne 2 (que probablemente jamás existirá). Pero un buen día, hace no mucho, decidí comprarme una laptop de videojuegos. Elegí una Asus TUF, pero mi bolsillo solo me permitió comprarme una de gama baja (Ryzen 7 con GTX 1650). Así fue como desde hace algunos meses me adentré en el mundo del PC Gaming, del que aunque tenía nociones, seguía siendo uno desconocido.
Con este texto no pretendo lanzar un veredicto de por qué es mejor jugar en PC que en consolas o viceversa, sino más bien tratar de pintarle el panorama con el que se encontrará un videojugador que decida migrar a la PC luego de una vida gamer dedicada a las consolas, o, en palabras cortas, cuáles son las ventajas y desventajas de jugar en PC vs. consola. Lo hago porque en mi transición (que no es del todo completa porque sigo jugando con mi PS4) hay cosas que he amado y otras que he odiado de jugar en PC.
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Cinco cosas que odio de jugar en PC
Mi lógica de pensamiento me hace más fácil decir qué no me gusta antes de decir qué me gusta, así que comenzaré con las cosas que detesto de jugar en PC.
1. Con frecuencia hay algo que sale mal
He descargado juegos de Steam, de la tienda de Blizzard, de Origin y con mayor frecuencia del fantástico Xbox Game Pass. En casi todas las plataformas he encontrado algún problema para poder jugar el juego que quiero.
La ocasión más nefasta fue cuando descargué Doom Eternal. Mi conexión es de 30 mbps, así que tuve que esperar algunas horas antes de poder jugar. Cuando el juego estaba listo yo estaba emocionadísimo por jugarlo (¡es uno de los mejores juegos de Doom!), pero al iniciarlo se veía en una ventana pequeña con una resolución fatal y un gameplay terriblemente ralentizado, casi como si quisiera jugarlo en una 386. Supe que la tarjeta gráfica y el procesador de mi laptop eran suficientes para ejecutar Doom Eternal en 1080p a 60 fps, así que el problema no era el hardware (o al menos eso parecía en un inicio).
Después de reiniciar el juego un par de veces y mi computadora, me puse a buscar en internet. Encontré que el problema era que por alguna extraña razón, Doom Eternal quería ejecutar sus gráficos desde la GPU del procesador, lo que explicaba la horripilante experiencia de juego. Solo había que configurar el juego para que ejecutara los gráficos desde la tarjeta de video. Si bien la solución no fue algo realmente complicado, estoy seguro que no es un problema del que cualquier persona salga con una solución rápidamente (desde luego que no estoy diciendo que soy especial o algo así). Vaya, lo que quiero decir es que hay que tener cierta experiencia en computadoras, o al menos la voluntad para buscar una solución para sortear esta clase de inconvenientes.
El último problema que tuve fue con FIFA 21. El juego simplemente crashea cuando quiero jugar en línea. No tengo idea de cuál sea el problema y tampoco tengo muchas ganas de arreglarlo porque tengo PES 2021 en mi PS4, donde siempre funciona bien.
2. Conectar un accesorio también puede ser un lío
Sé que el jugador de PC se va a reír de esto, pero viniendo del mundo de las consolas en el que todo es plug and play (lo conectas y ya está), hasta enlazar un control a una computadora tiene algo complicado. Sé que lo más sencillo es conectarlos por cable USB, pero vamos, estamos en la era en el que todos los accesorios son inalámbricos, así que probé varias opciones. Traté de enlazar un DualShock 4 por Bluetooth a mi PC y, aunque lo logré, solo funcionó en Steam y tuve que descargar un software adicional. Luego intenté usarlo con mis juegos de Game Pass y, ¡sorpresa!, no se pudo. Al final tuve que comprar un control de Xbox One, que se conecta inalámbricamente sin mayor problemas a menos, claro, de que suspendas la PC, porque entonces la conexión se pierde y no hay un botón específico que me permita volver a enlazarlo como sí lo tiene la Xbox One o la Xbox Series X, así que hay que apagar el mando y reiniciar el juego.
3. Es probable que haya algo que actualizar
Sé que este inconveniente también es común en las consolas de videojuegos gracias a que ahora los juegos son “universos” en constante evolución en los que con frecuencia hay nuevo contenido o alguna actualización para corregir un error del juego. Pero en mi PS4, el modo reposo hace que el fastidio de encender la consola para encontrar que no puedo jugar hasta que el título se actualice, sea menor. Como mi laptop de videojuegos no es mi computadora principal de trabajo (para esa tarea utilizo un MacBook Air), sí acostumbro apagarla. Igual, cuando la dejo en modo reposo (bajo la pantalla y la dejo encendida) no actualiza absolutamente nada.
4. Mis amigos no están en PC
Bueno, no es que no tenga solución y sé que cada vez más juegos tienen juego cruzado entre plataformas (crossplay), pero mis amigos están en PlayStation 4. Podría jugar con ellos Warzone desde mi PC, pero solo para tener comunicación con ellos tendría que conectar mis auriculares a la computadora y no al DualShock 4, como estoy acostumbrado cada que juego con mis amigos.
5. La mejor opción son las computadoras de escritorio, no las laptops
Compré una laptop de videojuegos porque necesitaba una computadora con buen rendimiento para aprender programación. Como tenía que hacer la inversión, pensé que la mejor opción era una laptop de videojuegos. Gasté alrededor de 700 dólares por una laptop con Ryzen 7 y una tarjeta gráfica de gama baja (Nvidia GeForce GTX 1650). Revisé decenas de reseñas y monitoreé muchas ofertas porque quería hacer que ese presupuesto me diera el mejor hardware posible, pero al final quedé uno similar al de una PS4 o Xbox One S (quería algo similar a una PS4 Pro y hasta fantaseé con el equivalente a una PS5). Mi mejor opción habría sido gastar esos $700 dólares en los componentes para una PC de escritorio armada por mi mismo. Sé que me habría gastado mucho más (quizá al menos unos $1,200 dólares contemplando un monitor económico), pero para mi las computadoras de escritorio están pasadas de moda. Me gusta la movilidad que ofrecen las laptops, pero para jugar en una con mejor hardware necesito un presupuesto de al menos $1,500 dólares.
Todavía sueño con una Razer Blade 15.
Cinco cosas que amo de jugar en PC
Ciertamente, estoy más que satisfecho con haber comprado una PC. Estas son las cosas que más disfruto de hacerlo.
1. Los juegos son más baratos
Sí, es cierto que el gasto en una computadora de videojuegos, incluso una de gama baja, supera al de una consola de videojuegos, pero donde no hay punto de comparación es en el precio de los juegos, que en mi experiencia suelen ser hasta 50 por ciento más baratos que sus respectivas versiones de consolas.
También, la temporada de ofertas siempre tiene en tiendas como Steam o Epic Games Store los precios más bajos. No recuerdo exactamente el precio exacto, pero en diciembre de 2020 compré Star Wars Squadrons por alrededor de 18 dólares en Epic Games Store, mientras que en PlayStation Store el precio en rebaja era de alrededor de 30 dólares y como prefiero tener mis juegos en digital, para mi la opción es bastante clara: prefiero comprar en PC.
2. No pago por el juego en línea
Otra ventaja notable es que el juego en línea es gratuito. Si bien algunos juegos de PC muy particulares como World of Warcraft exigen una suscripción para jugar en línea, otros títulos muy populares como Call of Duty Warzone y Fall Guys (ambos con crossplay), o FIFA o Destiny no requieren ningún pago adicional para jugar en línea, como sí ocurre con las versiones para PlayStation y Xbox.
3. La PC es una plataforma más amplia, variada y hasta retro
Aunque tengo un gusto particular por ciertos géneros, como acción o plataformas, soy un jugador al que le gusta jugar prácticamente todo tipo de videojuegos. Y en ese sentido, la PC es la plataforma idónea. Las grandes producciones como el nuevo juego de Grand Theft Auto tarde o temprano llegan a la PC (y hay argumentos para decir que en PC es donde tienen su mejor versión), así que salvo las exclusivas de las consolas (y eso comienza a ser debatible ya que las de Xbox y algunas de PlayStation ya están en PC), no hay mucho que envidiar. Por otra parte, la PC es la única plataforma en la que se publican algunas de las propuestas de videojuegos más excéntricas, como Airplane Mode, un simulador de un vuelo de seis horas en el que haces todo lo que puedes hacer en un viaje largo sin acabar con el trasero entumido.
También, la PC es la única plataforma realmente retrocompatible. Y cuando digo retrocompatible quiero decir que puedes jugar lo mismo un juego de la generación del Xbox 360, como un clásico point´n clic como Day of the Tentacle o el célebre e influyente Prince of Persia.
4. Aunque mi PC no es una consola, la uso como una
Lo digo solo para jugar, claro. El punto es que como mi laptop integra un puerto HDMI (como muchas en la actualidad), la manera más habitual en la que juego es con la PC conectada a la televisión y un control de Xbox One enlazado por Bluetooth. La plataforma con la que más juego es Xbox Game Pass, así que, en cierto sentido, mi PC es como una Xbox. Insisto, en ocasiones algunos juegos fallan (lo que pasó con mi Doom Eternal realmente fue un fastidio), pero en muchas otras la experiencia se limita a conectar la PC, abrir la app de Xbox Game Pass, seleccionar mi juego y listo, es tan sencillo como con una consola.
5. Jugar FPS con teclado y ratón es mejor
Ahora que los juegos de disparos en primera persona o los juegos con vista subjetiva se han convertido en los más populares, muchos jugadores querrán jugar de la forma más cómoda y esa es hacerlo con un ratón y un teclado. El juego no es solo más cómodo, sino que también logra una mejora en el nivel del jugador por el simple hecho de que se tiene una mejor reacción al apuntar con la mano usando un ratón que con el pulgar moviendo una palanca.