El FBI detuvo a un hombre en el estado de California, acusado de hackear a Nintendo durante años, robándole información confidencial, juegos y herramientas de desarrolladores.
Utilizando técnicas de phishing para obtener acceso temprano a la información sobre los planes de la compañía, Ryan S. Hernández, de 21 años se declaró culpable.
Hernández, quien ocupaba el seudónimo de Ryan West, quien se encargó de piratear y comercializar juegos de la compañía japonesa principalmente entre los años 2017 y 2018.
Según un comunicado de la fiscalía de California, «Hernández y un asociado utilizaron una técnica de phishing para robar las credenciales de un empleado de Nintendo, que fueron explotadas para obtener acceso y descargar archivos confidenciales de Nintendo relacionados con sus consolas y juegos. . Esa información robada, incluida la información previa al lanzamiento sobre la consola Nintendo Switch anticipada, se filtró al público. En octubre de 2017, luego de una investigación sobre el ataque, los agentes del FBI se comunicaron con Hernández y sus padres en su residencia de California. Hernández prometió detener cualquier actividad maliciosa y confirmó que entendía las consecuencias de cualquier piratería futura».
Sin embargo, desde junio de 2018 hasta al menos junio de 2019, el imputado volvió a robar información de Nintendo, y «se jactó de sus hazañas de piratería en varias plataformas en línea y redes sociales, como Twitter y Discord, y filtró parte de la información robada a otros. También operaba un foro de chat en línea llamado «Ryan’s Underground Hangout» en el que él y otros discutían los productos de Nintendo y compartían información sobre posibles vulnerabilidades de la red de Nintendo, y en el que compartía parte de la información confidencial que había robado», agregó la Fiscalía.
Pero eso no fue todo, ya que además a Ryan Hernández se le encontraron miles de fotos de pornografía infantil en los discos duros incautados por el FBI.
El imputado se arriesga a una condena de tres años de prisión. Sin embargo, la sentencia final depende del juez y podría ser hasta los máximos legales de 5 años de prisión por fraude y abuso informático, y 20 años de prisión por posesión de pornografía infantil.
Hernández acordó pagar $259,323 de dólares, en restitución a Nintendo por los costos de reparación causados por su conducta.