El 30 de mayo de 1979 se creó en Japón una compañía llamada I.R.M. Corporation. Tal nombre a día de hoy puede no decir mucho, pero se trató de la empresa que luego daría origen a Capcom.
Si tienes alguna cercanía con los videojuegos entonces sabrás que Capcom es uno de los nombres más reconocidos de la industria. Pero hace 42 años, sus inicios fueron mucho menos auspiciosos que su presente; de partida, recién en 1983 publicarían su primer juego, un título de disparos para arcade llamado Vulgus que no sería un éxito tan importante pero sirvió como punto de partida de lo que vendría después.
Con la llegada de la Nintendo Entertainment System (NES) y el fin del crash de la industria de los videojuegos en el 83, la ahora denominada Capcom se enfocó principalmente las consolas caseras. Y así fue como durante la década de los 80, Capcom produjo muchos títulos y algunos con status de culto como la serie Mega Man, Ghost n’ Goblins, más juegos licenciados como Duck Tales, Chip ‘n Dale: Rescue Rangers o Talespin.
Pero en paralelo a lo que ocurría con la NES, se iba gestando lo que significaría el verdadero punto de quiebre para Capcom: en 1987 debutó en arcades el primer videojuego de Street Fighter. Esta primera versión introdujo algunas bases para lo que vendría después, como ser el universo de personajes y el formato en general que explotaría cuatro años más tarde.
Porque mientras Capcom seguía sacando juegos de Mega Man y dando el salto a las consolas de 16 bits, en 1991 aparecería Street Fighter II en arcades. Este es un hito importante y no solo por la inesperada popularidad del juego -que goza hasta día de hoy- sino también porque significaría la masificación de un género.
Gracias a Street Fighter II, los videojuegos de pelea generaron una suerte de caos en la industria; Capcom dio el punto de partida para que empresas japonesas como SNK o Data East produjeran sus propias franquicias, con mayor o menor éxito. Y en occidente, un estudio semidesconocido hasta entonces, llamado Midway, creó su propia versión de un juego de peleas: así nació Mortal Kombat, en 1992.
La década de los 90 resultó muy fructífera para Capcom, no solo gracias a Street Fighter II. Mientras de aquel título se lanzaban diversas versiones para arcade y consolas, la compañía además seguía diseñando sagas que se convertirían en un ícono: Mega Man X fue aún más popular que la serie original de Mega Man, y con el salto a los gráficos en 3D se dio origen a Resident Evil.
El declive en popularidad de los videojuegos de pelea hacia finales de la década de los 90 no fue problema para Capcom, que gracias a sus diversos estudios y diseñadores siguió creando juegos exitosos. En 2001 aparecieron los primeros Devil May Cry y Ace Attorney, dos juegos tan exitosos como muy distintos entre sí. En 2004 se estrenó Monster Hunter, mientras que Resident Evil 4 prácticamente inventaría el género moderno de disparos en tercera persona. Y en 2006, la compañía lanzó juegos que hoy gozan de status de culto, como el primer Dead Rising, Okami y God Hand.
Revisando los nombres de Capcom -los mencionados antes son apenas unos pocos de su extenso catálogo-, resulta interesante notar que fue de las pocas compañías japonesas que se mantuvo relativamente firme con la llegada de las consolas de alta definición. Porque mientras otros estudios tuvieron problemas pasando desde PS2 hacia las nuevas consolas a raíz de diversos factores (algunos tecnológicos y otros propios del estado del mercado de Japón), Capcom siguió moviendo masas con sus juegos.
Es cierto también que en la primera década de los 2000 algunas sagas no brillaron tanto como antaño, pero esto empezó a cambiar en 2008 con el estreno de Street Fighter IV que, al igual que en 1992, sirvió para revitalizar un género que llevaba casi una década dormido.
Sin lugar a dudas que Capcom ha logrado, no sin tropezones, revitalizar algunas de sus franquicias. Los más recientes Resident Evil o Devil May Cry V son una prueba de ello, mientras que las ventas de sus Monster Hunter se siguen contabilizando por millones.
Así mismo, hay un grupo de fans que todavía no le perdona a Capcom el cierre de estudios míticos como Clover (creadores de Okami) o el rumbo que tomaron con Street Fighter V, que por enfocarlo demasiado en el mundo competitivo se olvidó de los usuarios más casuales y así mismo le fue: hoy, está lejos de considerarse un éxito como sí lo fue su antecesor.
Pero en la suma y resta final, Capcom puede contar muchos más éxitos que fracasos. En la actualidad, es sin lugar a dudas una de las compañías más sólidas de la industria gracias a que ha sabido balancear muy bien el éxito comercial con la diversidad artística y creativa. Prueba de ello son sus juegos: hay un mundo de diferencia entre Monster Hunter World, Resident Evil Village y Devil May Cry V. Y todos gozan de muy buena reputación, tanto de parte de los fans como de la crítica.
Mientras tanto, Vulgus, el primer juego de Capcom, se convirtió en freeware.