Un hombre de apellido Bowser deberá pagar $10 millones de dólares a Nintendo en una demanda de piratería. Pero no se trata del clásico villano de los juegos de Mario ni tampoco de Doug Bowser, el presidente de Nintendo of America, sino de Gary Bowser, un hacker canadiense.
Bowser se declaró culpable del delito de piratería, ya que se dedicaba a vender consolas modificadas con chips sobre las que se podían utilizar copias piratas de videojuegos. El hacker de 51 años trabajaba en conjunto con el llamado Team Xecuter, un grupo dedicado a crear chips para consolas y, según lo que indica la demanda, era buscado por Nintendo desde 2013.
De acuerdo con Eurogamer, Gary Bowser se declaró culpable de “desarrollar, producir, promocionar y vender una gran variedad de dispositivos que permitieron a los usuarios de la empresa demandante jugar versiones piratas de videojuegos protegidos por derechos de autor”. Debido a lo anterior, la corte le dio la orden de pagar $4.5 millones de dólares, además de que podría pasar hasta 10 años en la cárcel.
El trabajo de Bowser estuvo relacionado en fechas recientes a la Nintendo Switch, pero en el pasado también se dedicó a modificar las Nintendo 3DS. El Team Xecuter incluso creó chips para la Xbox original, lanzada en 2001.
Por su parte, el FBI lanzó ordenes de arresto contra dos personas más aparte de Gary Bowser: el francés Max Louarn y el chino Yuanning Chen, quien sigue prófugo. Bowser fue arrestado en República Dominicana y extraditado a Estados Unidos, mientras que Louarn fue aprehendido en Canadá (se espera que también sea extraditado).
La multa que Bowser accedió a pagar podría sugerir que el negocio de vender consolas modificadas resultó ser bastante lucrativo.