El 1 de octubre de 1979 se fundó Activision, la primera empresa desarrolladora y distribuidora de videojuegos de terceros. Es decir, no mantenía exclusividad con ninguna consola en particular, por lo que sus productos se lanzaban con libertad en la plataforma de su conveniencia.
Antes de Activision, los fabricantes de consolas y computadoras desarrollaban y publicaban juegos exclusivamente para su plataforma. Como el caso de Atari, que era el único distribuidor de juegos para su la Atari 2600.
En ese entonces no existía el concepto “desarrollador de terceros”, por lo que comúnmente se pensaba que para hacer juegos de consola, primero había que fabricar una. Pero Activision rompió con esa idea y comenzó una tendencia que continúa hasta la actualidad, además de ser responsable de franquicias de videojuegos populares como Call of Duty, Guitar Hero y Tony Hawk.
En las oficinas de Atari en 1979, tras la compra de la compañía por parte de Warner Communications, comenzó a circular un informe que enumeraba los cartuchos más vendidos del año anterior. Entonces, algunos desarrolladores se dieron cuenta de que ellos habían sido quienes crearon esos populares juegos y que no habían recibido ningún un bono ni reconocimiento por ello.
De un equipo de 35 desarrolladores, cuatro de ellos —David Crane, Larry Kaplan, Alan Miller y Bob Whitehead— habían producido juegos que representaban 60 por ciento de las ventas de Atari.
Es por eso que ese grupo, conocido como la Banda de los cuatro (Gang of four), dejó Atari para formar su propia compañía junto al exejecutivo de la industria musical Jim Levy. Con los conocimientos de su trabajo anterior, los programadores planeaban desarrollar sus propios juegos para la Atari 2600, mientras contrastaban las movidas de esa empresa al tratar a los desarrolladores como estrellas de rock. Así comenzó Activision.
Atari pronto se dio cuenta de su error al permitir que los mejores talentos salieran de la compañía, y su primera respuesta fue intentar demandar a la incipiente empresa para que desapareciera, acusándola de infracción de derechos de autor y patente en 1980. Los abogados de Atari continuaron persiguiendo a Activision durante los próximos dos años, pero finalmente se desestimó su denuncia.
Los primeros juegos de Activision —Dragster, Boxing, Fishing Derby y Checkers— se lanzaron en 1980, y si bien tuvieron buena recepción, el primer juego de la nueva compañía en vender más de un millón de unidades fue Kaboom!, estrenado un año después. Sin embargo, el verdadero éxito llegó con Pitfall! en 1982, el cual rápidamente se convirtió en uno de los juegos de Atari 2600 más vendidos (superó los cuatro millones de copias).
En ese momento, la industria de los videojuegos estaba en auge, impulsada por las máquinas de arcade y los juegos de consolas domésticas, pero en 1983 comenzaron los problemas.
“En respuesta al éxito de Activision, apareció un montón de imitadores. En un periodo de seis meses entre las ferias comerciales de CES, 30 empresas surgieron con la determinación de ser la próxima Activision”, de acuerdo con David Crane. Sin embargo, aseguraba que “estas compañías desarrollaban juegos de mala calidad”.
“Como estas empresas no pudieron vender sus juegos y se declararon en quiebra una tras otra, algunos emprendedores oportunistas entraron en acción. En los almacenes de cartuchos de juegos sin vender, estos se compraron a $3 dólares cada uno, se vendieron en las tiendas a $4 para venderse al por menor a $5 cada uno”, dijo Crane.
En Activision pensaron que no les afectaría esta crisis, pero se equivocaron. Según Crane, a pesar de que los jugadores querían el último título de la compañía, que costaba alrededor de $40 dólares, los padres podían conseguir ocho juegos para sus hijos por ese precio. Así que las ventas de Activision bajaron incluso cuando ofrecían juegos de la mejor calidad.
Tras esto, la compañía decidió expandirse y llevar los juegos de Atari a otras consolas, como a Intellivision y ColecoVision, y desarrollar juegos para un nuevo mercado: el de PC. Para reforzar su ambición, en 1986 compró Infocom, creadores de la franquicia Zork. Pero tres años más tarde Activision la cerró.
En los años siguientes la compañía pasó por varias transformaciones corporativas, que incluyeron un cambio de nombre a Mediagenic y su extensión hacia los software fuera de la industria de los videojuegos. También tuvo múltiples problemas financieros y demandas por infracción de patentes.
Finalmente, en 1992, la compañía volvió a llamarse Activision, se trasladó de Silicon Valley a Santa Mónica y comenzó a producir únicamente videojuegos. Desde ese momento no se ha detenido.
Volvió a la carga con Return to Zork en 1994, y durante esa década lanzó una serie de juegos importantes, como Mechwarrior 2, Quake II, Return to Castle Wolfenstein y Tony Hawk Pro Skater. Más adelante, en la década de los 2000, también sentó las bases de grandes franquicias como Call of Duty, Doom 3, Guitar Hero y Marvel: Ultimate Alliance.
Hoy día, Activision es una de las compañías de terceros más grandes del mundo y tiene el mérito de ser la primera en su clase. Por décadas, no solo les ha entregado títulos innovadores a los jugadores, sino que también aportó inmensamente a la industria de los videojuegos al revolucionar la forma en que estos se producían y comercializaban.