En los últimos años, el segmento de los wearables ha experimentado un rápido avance. Ahora tenemos relojes inteligentes capaces de todo, desde el análisis de ECG y presión arterial hasta la detección de apnea del sueño y el control del estrés. Algún día, también podrían medir nuestras emociones.
Un equipo de expertos de la Universidad Metropolitana de Tokio publicó recientemente un artículo que detalla cómo midieron la conductancia de la piel para identificar las emociones. Como parte de su estudio, analizaron el cambio en la respuesta de conductancia de la piel, que surge de diferentes tipos de experiencias emocionales.
Se hizo que los voluntarios vieran videos que podían provocar predominantemente tres tipos de respuestas: miedo, emociones de unión familiar y diversión. Pero, ¿qué tiene que ver la conductancia de la piel con las emociones que uno está experimentando? Bueno, están directamente relacionados con nuestros sistemas corporales.
«Cuando las personas sienten cosas diferentes, las propiedades eléctricas de su piel cambian drásticamente debido a la transpiración, y las señales aparecen entre uno y tres segundos después del estímulo original», explica el equipo. Las variaciones en la conductancia de la piel se midieron utilizando sondas conectadas a sus dedos.
Al final de las pruebas, los investigadores encontraron que el miedo era la respuesta emocional más fuerte, mientras que los sentimientos asociados con la unión familiar aumentaron gradualmente y generaron una combinación de alegría y tristeza.
El experimento tuvo sus propias limitaciones, pero las mediciones demostraron que los cambios en la conductancia de la piel podrían usarse para discernir entre las diferentes emociones por las que está pasando una persona. O al menos algunos de ellos.
Ten en cuenta que el espectro emocional humano es mucho más amplio que el miedo, la tristeza y la diversión, por lo que también hay un territorio científico inexplorado que queda sin explorar. Sin embargo, los investigadores señalan que los datos de conductancia de la piel podrían resultar útiles para hacer «predicciones estadísticamente significativas de si un sujeto experimentaba miedo o sentía el calor de un vínculo familiar».
Ahora bien, la medición de la conductancia de la piel no es un ejercicio exclusivo de los laboratorios de ciencias. Tomemos, por ejemplo, el reloj inteligente Fitbit Sense o las correas Charge 5 y 6, que vienen equipadas con un sensor de actividad electrodérmica (EDA). Este sensor mide los «cambios eléctricos en el nivel de sudor de la piel», que es esencialmente un reflejo de la respuesta del cuerpo a ciertos agentes de estrés.
Esta es una métrica crucial, ya que el nivel de sudor en la piel cambia la conductancia de la piel y está relacionado con el sistema nervioso simpático. Eso significa que la respuesta de su cuerpo a los factores externos se puede medir muy bien a partir de su piel. En el caso de Fitbit, el sensor EDA de sus wearables detecta un alto estrés.
«La conductancia de la piel es una medida de la excitación emocional y muestra cambios en las propiedades eléctricas de la piel de los individuos debido a la sudoración asociada con la excitación, como el miedo, la sorpresa y el placer», explica el artículo de investigación, que se ha publicado en la revista IEEE Access.
¿Cuándo vamos a ver análisis emocionales en los smartwatches? Bueno, eso dependería de los fabricantes de dispositivos que vienen con un sensor EDA a bordo. Pero el equipo detrás de la última investigación es bastante optimista sobre el futuro.
«Combinado con otras señales, el equipo cree que estamos un paso más cerca de que los dispositivos sepan cómo nos sentimos, con margen para una mejor comprensión de las emociones humanas», dice el comunicado de la investigación. Dado que ya hemos visto sensores EDA en dispositivos del mercado masivo, es solo cuestión de tiempo antes de que un nombre como Apple, Google o Samsung acepte la idea.