Sobre la mesa de nuestra sala de conferencias hay un extraño par de lentes de plástico amarillo, algo que no se ve comúnmente en las oficinas de Digital Trends en la ciudad de Nueva York. No es la primera vez que nos visitan ejecutivos de Toshiba, pero el producto que trajeron consigo en esta ocasión, sin duda nos intriga.
Con el nombre de DynaEdge AR Smart Glasses, estas son las primeras gafas inteligentes con realidad aumentada basadas en Windows de la compañía. Y el presidente de Toshiba America, Mark Simons, tiene grandes esperanzas al respecto, diciendo que son comparables “con la computadora portátil que inventamos en 1985”.
Una audaz declaración, pero una comparación interesante. DynaEdge no son las primeras gafas de realidad aumentada (todos recordamos a Google Glass), pero es la primera computadora portátil con Windows 10 que -literalmente- cabe en un par de gafas.
«Durante décadas, Toshiba ha desempeñado un papel decisivo en las operaciones de las empresas de todo el mundo, a través de tecnologías informáticas móviles de vanguardia», nos dijo Carl Pinto, vicepresidente de Toshiba. «Creemos que las PC portátiles, combinadas con gafas inteligentes, llevarán la productividad en el trabajo a una dimensión completamente nueva».
El DynaEdge combina una pantalla de visualización montada en la cabeza, con una PC portátil del tamaño de un radio de transistores. Para darte una mejor idea, imagina a tres teléfonos Samsung Galaxy Note 8 pegados. Esa pequeña caja contiene una computadora completa con Windows 10, que incluye un procesador Intel Core M de sexta generación, 16 GB de RAM, una batería extraíble, un lector de huellas dactilares, y más.
Se conecta al wearable llamado Toshiba AR100 Head Mounted Display, un dispositivo de 3 onzas con una micropantalla, similar a la que se encuentra en Google Glass. Gracias a un ingenioso clip, se puede usar ya sea en el lado izquierdo o derecho de anteojos, gafas protectoras o cualquier otra cosa que podrías acomodarte en la cara.
«Las PC portátiles, combinadas con gafas inteligentes, llevarán la productividad a una dimensión completamente nueva.
Toshiba visualiza este dispositivo en una gran cantidad de aplicaciones, como el trabajo en áreas remotas o agrícolas, en fábricas, tecnología de asistencia, líneas de montaje o almacenamiento, es decir básicamente en cualquier lugar donde alguien necesite información, y no quiera o pueda llevar consigo una computadora o una carpeta de notas e instrucciones. Y debido a que es una PC con Windows 10 completa, puede transmitir video con unos simples clics.
«En lugar de que un ingeniero evalúe si un avión está en condiciones de volar enviando imágenes, alguien podría estar mirando un avión, y los ingenieros pueden evaluarlo en vivo», dijo Carl a Digital Trends. “Imagina la utilidad de tener esquemas o instrucciones al alcance de tu mano cuando trabajas en una área restringida, o debajo del capó de un automóvil”.
Probamos el DynaEdge brevemente, y nos parece que se siente sólido y duradero. El brazo está segmentado para permitir múltiples ajustes, y está diseñado para permanecer quieto cuando se lo posiciona. La pantalla es fácilmente legible, incluso en condiciones brillantes, y pudimos ver un video casi sin tardanza. Una bocina y un micrófono incorporados nos permitieron mantener conversaciones tan fácilmente como en un teléfono. El DynaEdge tiene funcionalidad de toque, pero gran parte de la navegación se lleva a cabo en la PC montada en la correa. Ese componente tiene botones de navegación, un botón de encendido y otros más.
La experiencia fue exitosa, y entendemos la emoción de sus creadores. Sin embargo, como mencionamos, Toshiba no es la primera compañía en ir tras el mercado de pantallas portátiles de montaje frontal. Además de Google o de las imitaciones de compañías chinas como AltoTech, también está Epson, que ha estado fabricando sus gafas Moverio de realidad aumentada durante años. Su último, el Moverio BT-300 muestra que el diseño sigue mejorando y hay claramente un mercado para él, pero no obtuvo el éxito esperado.
Entonces, no pudimos evitar preguntarles: ¿Por qué Toshiba piensa que puede tener éxito cuando otras compañías han tropezado? Simons sonrió antes de respondernos. «Hemos esperado un buen tiempo antes del lanzamiento, hemos hablado con las empresas sobre exactamente qué es lo que quieren, y confiamos en los resultados», dijo, insinuando que algunas grandes empresas están de acuerdo con ellos acerca del potencial de utilidad del producto. Veremos en un futuro si están en lo correcto.
Toshiba espera vender DynaEdge en el último trimestre de 2018.