No son pocas las veces que en tecnología hablamos de productos “de nicho”, una terminología bastante al uso (y abuso) que se refiere a aquellos productos que –supuestamente– no están dirigidos al público masivo. Como si las masas nunca comprasen “tecnología” que en verdad no necesitan, y esto sin mencionar la comida y la ropa que se acumula en las despensas y armarios –sin razón ni verdadera necesidad– y que acaba finalmente en la basura o almacenes de GoodWill.
En el pasado evento “Far Out» de septiembre en Cupertino, los asistentes tuvimos la oportunidad de conocer –además de la nueva línea iPhone 14– un “nuevo producto” de Apple, en concreto, un smartwatch que no seguía la senda genealógica iniciada en abril de 2015 con la primera generación del Apple Watch y sus Series que irían desde la 1 a la 8, esta última también presentada.
Los que estuvimos en esa presentación recordamos que todos los demás productos eran “esperables”, excepto el Apple Watch Ultra, que si bien no fue una total sorpresa (los rumores previos hablaban de “un reloj más grande y con un botón físico extra”) sí nos magnetizó por su diseño, características y –claro– su precio. Después del iPhone 14 Pro Max, fue el producto que más buscamos en la sala de exhibición contigua del Steve Jobs Theater.
Demasiado grande para el día a día… ¿o no?
¿Qué es, en realidad, el Apple Watch Ultra? ¿Un reloj diseñado para la alta competición? ¿Un Series 8 más grande? ¿Una nueva aventura comercial de Apple? Creemos que las respuestas a estas preguntas aún están en proceso. La presentación en sociedad del reloj más grande de Cupertino lo definía como un gadget para escaladores, buceadores y aventureros del aire libre que hacen de sus salidas algo más que un hiking o trekking de domingo por la mañana. Si los llamamos “aventureros”, tendríamos que agregar el calificativo “en serio”. Así, al menos, nos lo vendieron en la presentación.
A estas alturas del año ya se han hecho un sinnúmero de análisis y/o revisiones de rigor, muchos de los cuales sostienen que al nuevo Apple Watch Ultra no le alcanza para competir con rivales como Garmin, Polar o Coros. Las mayores críticas van aquí por el lado de la batería, cuya duración –alta para un Apple Watch– no alcanza a competir con las marcas antes mencionadas. Tampoco salió bien parado cuando se sometió a aventuras más serias, situación en la cual no fue tan exacto ni útil en comparación con modelos como el Garmin Epix, de precio similar.
Quien escribe esta nota está lejos de ser un escalador o buceador como quienes hicieron las mencionadas revisiones, aunque suelo acudir al gimnasio con regularidad (tres o cuatro veces por semana) y procuro dar largas caminatas por la ciudad tanto como me es posible. En otras palabras: un usuario netamente urbano, que ya adoraba las últimas Watch Series de Apple y que ahora se encuentra en su muñeca con un reloj que “le va grande” en más de un sentido.
¿Tanto así?
Una de las primeras cosas que me di cuenta es que muchas funciones se activaban solas. El llamado Botón de Acción poco y nada tenía que ver en esto, pero sí el Botón Lateral y la Corona Digital. A veces el abrigo o la manga del sweater activaban el entreno o abrían la Apple Pay. Nada grave, claro: pero estamos hablando de un uso urbano: ¿cómo respondería en condiciones más serias, con traje de buceo o bajo una parka de alta montaña?
Tampoco hubo caso con su uso al dormir. Si bien en el día a día consigue amoldarse al vestir normal de un reloj grande, en la cama las cosas cambian, y alguna vez incluso me desperté para poder quitármelo y dormir sin molestias. Mi muñeca se enganchaba en las sábanas o bajo la almohada, o también los botones activaban o desactivaban funciones que no requería. Si quieres monitorear tu descanso, cualquier otro modelo de Apple será más indicado que el Watch Ultra.
Por lo demás, todo bien. Fantástico, la verdad.
Si estás acostumbrado a llevar relojes grandes, lo cierto es que el tamaño del Watch Ultra no te debiera incomodar. El Garmin fēnix 7X es más grande, sí, pero también muchos otros relojes “no inteligentes” que han estado de moda por años, como los Casio G-Shock (algunos modelos Diesel son reconocidamente exagerados). Incluso podríamos llegar a decir que el Apple Watch Ultra tampoco es tan grande, aunque el ruido mediático que se ha creado a su alrededor sí lo ha sido, y con razón.
¿Y qué tal la experiencia de uso?
Pues salvo las activaciones no deseadas que se mencionaron antes, aquí hay muy poco que objetar. Su pantalla siempre encendida es una auténtica maravilla, y aún bajo la luz del sol aumenta su brillo a 2,000 nits para que puedas ver todo sin problemas. En rigor, su área de visualización de 1164 milímetros cuadrados no es mucho más grande que la de la pantalla del Series 8 (1143 mil. cuadrados). El Ultra es grueso para contener una batería más grande (y que aguanta entre 36 y 60 horas), pero al ser de titanio, no pesa demasiado.
Su sistema operativo, el WatchOS 9, corre también por las venas del Series 8 y del mismo Watch SE 2. Todo aquí es suave como la seda, y ninguna aplicación tarda en abrirse ni en funcionar. La app Cartera (Wallet) es la que más he usado, y nunca me ha dado problemas. Además, controlas tu música, da igual aquí que seas usuario de Apple Music o Spotify. La Brújula funciona siempre, aun cuando estés a 9,000 pies sobre el nivel del mar, y el Control de Cámara –con el que puedes activar y manipular la cámara de tu iPhone desde tu muñeca– suele ser la función que más atrae a los no usuarios de Apple.
También me he servido del Watch Ultra para la Autenticación de Dos Factores (Apple ID), en donde me han aparecido los códigos que debo ingresar en otro dispositivo. Lo de desbloquear tu MacBook o Mac con solo llevar el reloj puesto en la muñeca siempre es una ventaja, pero también conocíamos esto desde antes.
En definitiva: no hay ninguna cosa que usuario urbano no pueda hacer con el Watch Ultra que no haga el Watch Series 8, salvo animarse a un paseo algo más escarpado en algún monte, o una inmersión más profunda en el océano. Según Apple, siempre estará operativo entre los -20 y los 55 grados Celsius, aunque no hemos comprobado esto personalmente (ni ganas que tenemos).
Otra cosa que sí ha sido notoria es que es un reloj que llama la atención. Quizá mucho se deba a sus correas Alpine naranja y Ocean amarilla que he alternado estas semanas, pero debo confesar que se ha visto bien y no fuera de lugar cuando lo he usado con alguna chaqueta o abrigo formal o semi formal, cosa que a veces sucede con relojes como el Casio G-Shock. La gente lo mira, y muchos preguntan por él: quieren saber cómo es, cómo funciona, si vale la pena. Y si soy sincero, he recibido más opiniones negativas por lo grande de mis iPhone Pro Max que por el tamaño y apariencia del Watch Ultra.
¿No será en verdad esta la intención última de Apple?
Décadas atrás, los celulares más caros promediaban los $100 dólares, y llegó un buen día el iPhone con un precio que los cuadruplicaba. Sabemos lo que pasó después: el iPhone fue un éxito, y la competencia siguió a Apple en su aventura de hacer teléfonos con solo una gran pantalla y ninguna tecla física-numérica. Después, Apple hizo los iPhones aún más grandes y aún más caros, y otra vez la competencia siguió sus pasos, agrandando sus pantallas y superando muchas veces la barrera de los $1,000 dólares por teléfono. En ambos casos, Apple tuvo siempre claro cuál sería su público y, sobre todo, cuál sería la competencia.
La pregunta aquí es obvia: ¿es el Apple Watch Ultra un reloj concebido para competir contra Garmin, Polar, Fitbit, Coros? Puede ser… en un futuro, cuando nuevas “Series” del Ultra salgan al mercado y mejoren la duración de su batería y las funciones de seguimiento (las baterías de teléfonos como Garmin pueden durar semanas). Pero, a día de hoy, tiene más sentido suponer que Apple ha querido abrir otro flanco en el mercado para competir contra sus eternos contrincantes: Samsung, Huawei, Xiaomi, antes que convencer a atletas profesionales que dejen sus modelos de Garmin o Fitbit para pasarse a Apple.
Sabemos que el uso de relojes inteligentes ha aumentado exponencialmente en los últimos años, y personas que hace una década nunca hubiesen pensado en usarlos, hoy los llevan en sus muñecas. Y tal como sucedió en la batalla de los smartphones, Apple se anticipa al futuro lanzamiento de relojes más grandes y más caros de competencia.
Esto, por lo demás, no le quita ningún mérito al Apple Watch Ultra. Al contrario: le otorga un valor fundacional en una batalla que debiera comenzar a librarse en 2023, cuando Samsung y otras marcas asiáticas lancen sus nuevos relojes inteligentes. ¿Serán estos igual de grandes y ambiciosos que el Watch Ultra? Puede ser. Samsung y Huawei suelen recoger los desafíos lanzados por la competencia, y no nos extrañaría tener alguna noticia el próximo mes de febrero en un nuevo Unpacked de Samsung.
Y si no es así, Apple habrá puesto en el mercado un reloj que dobla el precio de un modelo que, en cuanto a características, ofrece prácticamente lo mismo. En los próximos meses sabremos del éxito o no del nuevo Apple Watch Ultra, ya que aún hay países en los cuales no se vende. Solo te diremos que usarlo ha sido una sorpresa inesperado, que nos ha quedado bien y que ha despertado no pocas envidias. Y hay mucha gente que paga por cosas así.