¿Alguna vez has hecho un barco de papel y lo has dejado flotando en el agua con el deseo de que llegara muy lejos? Si es así, Onak, la canoa plegable, podría ser tu respuesta a ese deseo.
Onak es una canoa que mide 183 pulgadas de largo y 33.5 pulgadas de ancho, construida a partir de una estructura de nido de abeja de polipropileno, lo que le confiere rigidez sin dejar de ser ligera y boyante.
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La característica principal de la Onak es que se pliega como si fuera una maleta, formando un paquete rectangular que mide 16 x 48 x 10 pulgadas. El paquete entero pesa alrededor de 37 libras.
Los fundadores de Onak, Otto Van De Steene y Thomas Weyn comenzaron el proceso de diseño con piezas de origami en una cafetería. «Onak llegó por pura necesidad», dijo Van De Steene. «Queríamos viajar con una canoa y utilizarla en la ciudad, pero no encontrábamos nada así». Después de cientos de modelos de papel y 15 prototipos reales, Onak se lanzó en julio y ya ha superado su objetivo de $ 166.713 dólares o 150,000 euros. .
Mientras que algunos montajes son increíblemente complejos, el equipo de Onak estima que el montaje de esta canoa llevará alrededor de 15 minutos y empaquetarla como si fuera una maleta unos 10 minutos más. Pero con la práctica se pueden reducir estos tiempos y se podría montar la canoa en menos de 10 minutos y empaquetarla o doblarla en menos de 5.
«Onak se puede llevar a cualquier lugar,y de hecho lo hemos demostrado», asegura Van De Steene. «Hemos estado en un viaje por toda Europa”, añade. Con un precio de $ 1,111 dólares (€ 995) más un extra de $ 111 dólares (€ 100) por las dos palas, sin duda esta canoa se encuentra en el rango alto de los precio para una típica canoa. Pero Onak justifica este coste en el desarrollo del material y que es un producción hecha en Europa. «La estructura está toda hecha en Alemania y Bélgica”, explica Van De Steene a Digital Trends. «El montaje final y el prensado se lleva a cabo en los Países Bajos», añade.
Tras la campaña realizada en Kickstarter, Van De Steene quiere pasar tiempo con los proveedores extranjeros de Onak para ajustar con precisión el diseño y supervisar la producción. «Para las piezas de aluminio y correas no encontramos a los mejores proveedores en Europa, así que fuimos a Bali, Taiwán, Corea y China», matiza Van De Steene.
«Algunos de estos procesos por desgracia no se están llevando a cabo en Europa a gran escala para ser una opción económica válida. Aunque siempre seleccionamos a nuestros proveedores con la ética y la ecología en mente, no necesariamente pensando en el precio», concluye.