Un ecosistema conectado y alimentado por celdas de combustible de hidrógeno será la Woven City que Toyota edificará en Japón, donde experimentará las tecnologías que inspirarán la movilidad del futuro.
Con una superficie de 175 acres (70.8 hectáreas), el “laboratorio viviente” se construirá a los pies del monte Fuji y “servirá como hogar para residentes e investigadores a tiempo completo, que podrán probar y desarrollar tecnologías como la conducción autónoma, la robótica, la movilidad personal, las casas inteligentes y la inteligencia artificial en un entorno real”.
El presidente de la firma, Akio Toyoda, señaló que Woven City “es una oportunidad única para desarrollar tecnologías futuras, incluido un sistema operativo para la operación de la infraestructura de la ciudad. Con personas, edificios y vehículos conectados y comunicándose entre sí a través de datos y sensores, podremos probar la inteligencia artificial y maximizar su potencial».
La firma ha extendido una invitación abierta para colaborar a socios comerciales y académicos, así como a científicos e investigadores interesados.
El diseño de la pequeña urbe fue encargado al arquitecto danés Bjarke Ingels, quien ha liderado mediante su oficina Bjarke Ingels Group (BIG) proyectos como World Trade Center 2 (Nueva York), Lego House (Dinamarca) y las oficinas que Google tiene en Mountain View (California) y Londres.
Woven City tendrá calles con usos bien específicos: vehículos rápidos; autos de menor velocidad, movilidad personal y peatones, y para un paseo tipo parque solo para personas. “Estos tres tipos de calles se entrelazarán para formar un patrón de cuadrícula orgánica para ayudar a acelerar las pruebas de autonomía”, explicó la firma.
La idea es que la ciudad sea completamente sostenible, con edificios hechos principalmente de madera para minimizar la huella de carbono, utilizando las técnicas de la carpintería tradicional japonesa, combinada con métodos de producción robóticos. Los tejados estarán cubiertos con paneles fotovoltaicos, que se complementará con la energía generada por las celdas de combustible de hidrógeno.
La vegetación nativa e hidropóníca rodearán las residencias, equipadas con lo último en tecnologías, como la robótica. Los hogares utilizarán inteligencia artificial para verificar la salud de sus ocupantes y atender sus necesidades básicas, “creando una oportunidad para implementar tecnología conectada con integridad y confianza, de manera segura”.
Sus habitantes solo se moverán a bordo de vehículos autónomos y de cero emisiones, como el Toyota e-Palette.
“Las áreas verdes y la plaza central serán diseñados para unir a la comunidad. Toyota cree que alentar la conexión humana será un aspecto igualmente importante de esta experiencia”, agregó.
Cuando el asentamiento sea inaugurado a principios de 2021, contará con alrededor de 2,000 habitantes, entre empleados de Toyota y sus familias, jubilados, empleados del comercio y científicos, entre otros.