De una nueva y marcada relación de desigualdad dio cuenta un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA): programas como los que subsidian la compra de automóviles impulsados por energías limpias están beneficiando desproporcionadamente a los más ricos.
Mientras quienes suelen usar más energía de la que necesitan para vivir cómodamente, este tipo de políticas olvidan a las familias de bajos ingresos, que se beneficiarían enormemente con el ahorro de dinero que implica la adopción de fuentes renovables.
Difundido por Los Angeles Times, el trabajo liderado por el director de investigación del Centro de Comunidades Sostenibles de California de la UCLA, Eric Fournier, analizó el consumo de energía para cada código postal del condado de Los Ángeles, que alberga más de 10 millones de personas.
Las pesquisas determinaron que las comunidades cuyos residentes son preponderantemente latinos y afroamericanos y sufren mayores niveles de desempleo, pobreza, contaminación y morbilidad usan, en promedio, la mitad de la electricidad y el gas natural que los sectores más acomodados.
Los investigadores plantearon que, como resultado de esta situación, la gente de menores ingresos «continúa morando en viviendas menos cómodas y paga una mayor proporción de sus ingresos por esa molestia».
Por el contrario, las familias ricas consumen «más de lo que necesitan para satisfacer sus necesidades esenciales», dado que “a menudo eligen satisfacer sus necesidades por medios inherentemente más intensivos en energía, como la compra de grandes viviendas unifamiliares, o por el consumo excesivo de servicios, como cuando dejan el aire acondicionado encendido mientras el hogar está desocupado».
«Este nivel de consumo está claramente más allá de lo que necesitan para su supervivencia, para permitirles ser un miembro funcional de la sociedad», comentó Eric Fournier, cuyo equipo también certificó que los vehículos eléctricos e híbridos enchufables, así como las instalaciones solares en la azotea también son mucho más comunes en las áreas más ricas.
Los Angeles Times sentenció que las políticas de fomento para el uso de la energía limpia en California “no están haciendo lo suficiente, al menos cuando se trata de paneles solares y automóviles limpios”.
Al proyectar qué ocurrirá en un horizonte de tiempo de una década, los expertos no hallaron nada mejor: “las personas que viven en comunidades desfavorecidas comenzarán a instalar paneles solares y a comprar automóviles limpios a tasas más altas, pero aún se quedarán muy por detrás de las comunidades no desfavorecidas, donde las tasas de adopción subirán aún más rápido”.
El investigador principal dijo esperar que las autoridades rediseñen los programas para distribuir los beneficios de las fuentes renovables de manera más equitativa. «Si el verdadero objetivo es cerrar estas brechas entre pobres y ricos, deben pensar en ser políticas estratégicamente desiguales”, expuso.