La Universidad de Oxford confirmó a Forbes que un grupo de hackers vulneró los sistemas de uno de los laboratorios de biología más importantes del mundo y que realiza investigación sobre el COVID-19.
La intrusión fue contenida. “No hubo ningún impacto en investigaciones clínicas”, precisó la Universidad de Oxford.
La institución dijo que el incidente comprometió la División de Biología Estructural, conocida como “Strubi”, en donde preparan muestras bioquímicas, como proteínas, fabricadas para investigaciones relacionadas con el COVID-19, incluidos tratamientos.
La Universidad de Oxford contactó al Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC, por sus siglas en inglés) para investigar la procedencia del ataque.
Expertos en seguridad informática consultados por Forbes señalaron que el ataque se realizó entre los días 13 y 14 de febrero, y que pudo proceder de grupos de hackers dispuestos a vender la información sustraída a gobiernos nacionales. Investigaciones pasadas sugieren que los ataques en contra de laboratorios que investigan tratamientos contra el COVID-19 podrían ocurrir desde Rusia o Corea del Norte.
Según las fuentes, la intrusión pudo haber derivado en el robo de información relacionada con la investigación de la Universidad de Oxford sobre el coronavirus SARS-CoV-2. Los expertos mostraron evidencia que sugiere que los hackers obtuvieron acceso para controlar bombas de presión y otros equipos de laboratorio.
Alex Holden, director de tecnología de la firma Hold Security, dijo que el ataque fue altamente sofisticado debido a que desactivó las alarmas de los sistemas de seguridad.
Por su parte, Alan Woodward, experto en ciberseguridad de la Universidad de Surrey, validó la teoría que sugiere que el ataque tuviera por objetivo obtener información sobre el virus o la vacuna contra el COVID-19. Agregó que es poco probable que los hackers quisieran sabotear alguna investigación.