Un equipo multidisciplinario de académicos y estudiantes de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, al occidente de México, logró reintroducir a su hábitat al pez tequila, una especie que hasta hace unos años solo vivía en peceras y se consideraba semiextinta.
La especie, cuyo nombre científico es Zoogoneticus tequila, es un pez pequeño con la aleta trasera teñida en tonos amarillos y naranjas, característica por la cual los lugareños del río Teuchitlán, de donde es endémica, lo llaman “gallito”. Desde 2015, investigadores de diversas áreas se dieron a la tarea de reintroducir al pez tequila al río Teuchitlán.
Los expertos narran en una nota publicada en la página de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo que tras cuatro años de intenso trabajo ya se observan las primeras poblaciones estables de pez tequila. Además, destacan que en el proceso también se están restaurando los procesos ecológicos del río Teuchitlán, afectado por la contaminación y la introducción artificial de especies pedradoras del pez tequila, como la carpa y la tilapia.
El pez tequila o gallito tiene características y comportamientos peculiares. Se trata de una especie de pez vivíparo, que pasa un embarazo de 45 días como parte de su proceso de reproducción.
Para copular, los machos realizan una especie de danza marina en la que exhiben su cola anal de tono amarillento y anaranjado. La hembra confunde la cola con una larva de libélula, y al acercarse en su confusión, es atrapada por el macho para copular.
Más que anecdótico, el proceso tiene fines de selección natural. Con una cola particularmente llamativa, solo los machos que han sobrevivido hasta la madurez reproductiva tienen oportunidad de reproducirse, manteniendo un proceso que garantiza la sobrevivencia de los especímenes más aptos, según relata una nota de El País.