Un nuevo método de análisis de ADN desarrollado en la Universidad de Cambridge permitió confirmar la existencia de un descendiente vivo de Toro Sentado, el legendario ícono de la resistencia de Estados Unidos fallecido 1890.
Ernie Lapointe es un autor nativo americano que por años sostuvo que es bisnieto de Toro Sentado. Pero esa relación sanguínea nunca se pudo comprobar, lo que generó muchos cuestionamientos a sus dichos pese a contar con evidencia basada en documentos oficiales familiares.
Por fortuna para Lapointe, su relación con Toro Sentado finalmente fue corroborada gracias a que científicos de Cambridge, en conjunto con el centro de geogenética de la Fundación Lundbeck, crearon una técnica para buscar rastros de ADN autosómico (es decir, en los cromosomas no sexuales de las células) en cantidades muy pequeñas de células.
Luego, los resultados se compararon con el ADN autosómico de Enrie Lapointe, con lo que se confirmó que este último es descendiente de Toro Sentado.
De acuerdo con el estudio, tuvieron que pasar 14 años de investigación para que finalmente se pudiera conseguir información del ADN de una muestra de pelo de Toro Sentado. Esta se encontraba en un estado no apto para el análisis genético tradicional, pues permaneció en un museo durante más de 100 años a una temperatura no adecuada.
Los científicos creen que este método será útil para estudiar datos genéticos de restos humanos demasiado degradados para el análisis mediante las técnicas tradicionales, ya sea para encontrar familiares de antiguas figuras históricas o para ayudar en investigaciones forenses.
Por su parte, este descubrimiento cierra un capítulo para Ernie Lapointe, quien ahora espera poder levantar los restos de Toro Sentado desde el lugar donde se encuentran y enterrarlos nuevamente en un sitio más adecuado para lo que representó el antiguo nativo americano.