Los videos de un falso Tom Cruise hecho con una tecnología de inteligencia artificial conocida como deepfake se volvieron virales en la red social TikTok, donde se ve a un doble digital del actor jugar golf y realizar un truco de “magia” con una moneda. A primera vista, la representación es altamente fidedigna: el parecido físico es notable, la voz es similar e incluso tiene la icónica risa del actor.
@deeptomcruise Sports!
@deeptomcruise
@deeptomcruise I love magic!
Claro que un vistazo a detalle muestra aspectos que revelan que se trata de un falso. El doble luce notoriamente más joven y, según apunta el portal Daily Beast, también se aprecia mucho más alto (que pensamos juzgaron por el video en el que juega golf). Pero, independientemente del parecido o no, es indudable que los deepfakes han alcanzado un nivel de fidelidad tan fascinante como alarmante.
Para la fotógrafa Lauren White, el nivel de detalle alcanzado es más bien preocupante. “Todas las figuras públicas debería tener verificadas sus cuentas de redes sociales, independientemente de si harán contenido o no, sería más fácil identificar sus dobles falsos”, señaló.
Daily Beast preguntó a TikTok si la publicación de un deepfake atenta contra la política de suplantación de identidad. La red social no respondió, quizá porque está más ocupada eliminando cuentas de trabajadoras sexuales independientes que en tomar acción sobre la innegable suplantación de identidad de una figura pública.
Por otra parte, la viralización del deepfake de Tom Cruise no hace más que refrendar la importancia que está cobrando la inteligencia artificial en el desarrollo de contenido audiovisual. En un aspecto positivo, esta tecnología bien podría usarse para recrear a actores y actrices fallecidos, por ejemplo, en el caso de actrices como Carrie Fisher en Star Wars. Otros casos son una rica fuente de debate, como el software diseñado para que youtubers literalmente escriban guiones para que sean interpretados por dobles virtuales.