El Sistema Solar tiene un fenómeno bastante extendido en sus planetas, que las principales lunas se están alejando cada vez más de sus órbitas madres.
El fenómeno de la gravedad es el que provoca generalmente un abultamiento temporal en los planetas y que las lunas justamente se vayan disparando de su radio a más velocidad.
Esto pasa con la Tierra y la Luna, que se desplaza 1.5 pulgadas (3.8 centímetros) cada año y también está ocurriendo con Titán en relación a Saturno.
Según informa la NASA al usar datos de la nave espacial Cassini , encontraron a Titán a la deriva cien veces más rápido de lo que se había entendido previamente , aproximadamente 4 pulgadas (11 centímetros) por año.
Titán se encuentra actualmente a 759,000 millas (1.2 millones de kilómetros) del planeta de los anillos.
«Este resultado trae una nueva pieza importante del rompecabezas para la muy debatida cuestión de la edad del sistema de Saturno y cómo se formaron sus lunas», dijo Valery Lainey, autor principal del trabajo publicado el 8 de junio en Nature Astronomy. Realizó la investigación como científico en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California antes de unirse al Observatorio de París en la Universidad PSL.
Esta situación además ha logrado explicar cómo los planetas afectan las órbitas de sus lunas.
Hace cuatro años, el astrofísico teórico Jim Fuller, publicó una investigación que predijo que las lunas externas pueden migrar hacia afuera a una velocidad similar a las lunas internas porque se bloquean en un tipo diferente de patrón de órbita que se vincula con la oscilación particular de un planeta y las arroja hacia afuera.
«Las nuevas mediciones implican que este tipo de interacciones planeta-luna pueden ser más prominentes que las expectativas anteriores y que pueden aplicarse a muchos sistemas, como otros sistemas de luna planetaria, exoplanetas, aquellos fuera de nuestro sistema solar, e incluso sistemas estelares binarios, donde las estrellas orbitan entre sí «, dijo Fuller.
Para alcanzar sus resultados, los autores mapearon estrellas en el fondo de las imágenes de Cassini y rastrearon la posición de Titán. Para confirmar sus hallazgos, los compararon con un conjunto de datos de radiociencia recopilados por la sonda espacial. Durante diez sobrevuelos cercanos entre 2006 y 2016, la nave espacial envió ondas de radio a la Tierra. Los científicos estudiaron cómo la frecuencia de la señal fue cambiada por sus interacciones con su entorno para estimar cómo evolucionó la órbita de Titán.