Destacados actores, autores, músicos y novelistas se encuentran entre los 11.500 artistas que han firmado una declaración en la que se pide que se detenga el uso sin licencia de obras creativas para entrenar herramientas de IA generativa como ChatGPT de OpenAI, describiéndolo como una «amenaza» para los medios de vida de los creadores.
La carta abierta, que consta de solo 29 palabras, dice: «El uso sin licencia de obras creativas para entrenar IA generativa es una amenaza importante e injusta para los medios de vida de las personas detrás de esas obras, y no debe permitirse».
Entre los que lo firmaron se encuentran el líder de Radiohead, Thom Yorke, los galardonados actores Julianne Moore y Kevin Bacon, el novelista ganador del Premio Nobel Kazuo Ishiguro y el compositor e intérprete de ABBA Björn Ulvaeus.
OpenAI y otras empresas tecnológicas que crean productos de IA generativa utilizan datos extraídos de Internet para entrenar sus modelos de IA. Dependiendo de la naturaleza de la herramienta de IA generativa que se esté entrenando, los datos pueden incluir texto, imágenes, vídeos, música y voz.
Los datos ayudan a crear y refinar algoritmos para herramientas que permiten a los usuarios tener una conversación similar a la humana en texto o en forma hablada, o crear imágenes y/o videos a partir de indicaciones de texto. También puede alimentar herramientas de voz e incluso crear música desde cero, todo a partir de unas pocas instrucciones básicas ingresadas por el usuario.
El problema principal es que los datos a menudo se han extraído sin el consentimiento de los artistas y sin que las empresas tecnológicas ofrezcan ninguna compensación o crédito.
Los fabricantes de las herramientas de IA generativa han afirmado que los métodos de recopilación de datos están protegidos por el «uso justo» según la ley de derechos de autor, pero un número cada vez mayor de artistas se ha pronunciado en contra de la práctica, alegando infracción de derechos de autor.
En el último año, una serie de demandas relacionadas con el tema han llegado a los tribunales de Estados Unidos, lo que ha obligado a empresas como OpenAI a defenderse de las reclamaciones de derechos de autor.
En un intento por compensar nuevas acciones legales, un número cada vez mayor de empresas dedicadas a la creación de herramientas de IA generativa han comenzado a buscar acuerdos de licencia con editores de medios que les den a las empresas tecnológicas acceso a contenido para capacitación a cambio de algún tipo de paquete de compensación.
Dado que la IA generativa sigue siendo una forma relativamente nueva de tecnología, los reguladores tienen que ponerse al día, por lo que es probable que pase algún tiempo antes de que el problema se resuelva por completo.