La fiebre por los NFT está levantando algo de criticismo, principalmente por quienes encuentran ridícula la idea de ser dueño de un dato dentro de un blockchain y no de una pieza multimedia en general. Y entre esos críticos se encuentra Geoffrey Huntley, un artista y programador australiano que creó un sitio web para piratear NFTs.
Y por supuesto, el sitio se llama The NFT Bay, en alusión al popular portal de torrents. The NFT Bay usa el mismo diseño y los resultados de búsqueda devuelven siempre un enlace a un torrent de 15 TB de datos, que contiene imágenes en formato JPG obtenidas de los datos de una blockchain.
Geoffrey Huntley dice que este es el equivalente a hacer click derecho sobre un NFT y guardarlo como una imagen dentro de la computadora, ni más ni menos: “¿sabías que un NFT es en realidad un hipervínculo a una imagen, que usualmente está almacenada en Google Drive u otro servidor web 2.0?”.
💀OMG WHO RIGHT CLICKED ALL OF THE #NFTs?☠️
🛳🏴☠️ https://t.co/o0YRK78AkL 🏴☠️🛳
👀 pic.twitter.com/g74TFqzX0n— geoff (@GeoffreyHuntley) November 18, 2021
“La gente está gastando millones en instrucciones sobre cómo descargar imágenes”, continua Huntley. Y no deja de tener algo de razón: cuando se adquiere un NFT, lo que se paga es el dato dentro de la cadena, que sirve como prueba de compra y como enlace al archivo multimedia, que puede ser algo tan sencillo como imágenes de simios.
El autor considera a The NFT Bay como un proyecto artístico educacional antes que un portal tecnológico o algo por el estilo. Y que se inspiró en lo ocurrido en los años 90 en Australia cuando un artista creó un proyecto similar como respuesta hacia algunas políticas retrógradas sobre la comunidad LGBTQ del país oceánico.
“Fundamentalmente, lo que espero que es con The NFT Bay la gente entienda que al comprar un NFT lo que pagan no es más que una dirección para acceder a una imagen”, dice Huntley.
De todas maneras, será interesante saber qué contiene ese torrent de 15 TB que no parece demasiado accesible para los usuarios comunes y corrientes, principalmente la capacidad de almacenamiento necesaria o el tiempo que tomaría la descarga, sin considerar además que muchas compañías de internet ponen límites de descargas.