El físico italiano Alessandro Volta es uno de los científicos más trascendentales en la historia de la humanidad. Nacido un 18 de febrero de 1745, fue el creador de la pila eléctrica, la primera fuente de corriente continua y que sirvió de base para múltiples experimentos posteriores.
También conocida como pila voltaica, la batería de Volta constaba de discos alternados de zinc y plata (que también podían ser de cobre y peltre), y que estaban separados por papel o tela empapada en agua con sal o hidróxido de sodio.
Se trataba de una fuente simple de corriente eléctrica que no necesitaba ser recargada, a diferencia de la botella de Leyden, inventada en 1746 y que hasta entonces era el único mecanismo que permitía almacenar cargas eléctricas.
La teoría de la rana y el triunfo de Volta
Volta, un profesor de física en la Escuela Real de Como, Italia, siempre tuvo interés por la electricidad. En 1775 mejoró el electróforo, un dispositivo usado para generar electricidad estática. Al año siguiente, descubrió y aisló el gas metano.
Sin embargo, su mayor legado comenzó a cimentarse en 1791, cuando el científico italiano Luigi Galvani anunció que el contacto de dos metales diferentes con los músculos de las patas de una rana desollada generaba una corriente eléctrica que provocaba su contracción.
Según Galvani, se trataba de una forma de electricidad que estaba disponible en los tejidos vivos, a la que llamó “electricidad animal”, una teoría que comenzó a ganar adeptos con rapidez.
Volta consideraba que la rana solo conducía la corriente que fluía entre los dos metales, a la que llamó “electricidad metálica”. Por ello, en 1792 comenzó a experimentar con mentales y descubrió que no se necesita tejido animal para producir una corriente.
El hallazgo generó una prolongada controversia entre los partidarios de la electricidad animal y los defensores de la metálica. Sin embargo, con el anuncio de su batería eléctrica en 1800, Volta aseguró la victoria.
El invento también condujo a una ola de experimentos y desarrollos, como la electrólisis de los científicos ingleses William Nicholson y Anthony Carlisle. Además, un año más tarde le significó ser condecorado por Napoleón Bonaparte, quien lo nombró conde y senador del reino de Lombardía.