¿Qué pasó: Imagínate esto: entras en una entrevista de trabajo y antes de decir “hola”, te rechazan. No por tu currículum, sino porque la computadora decidió que no le gustaba tu cara.
- Suena como una pesadilla de ciencia ficción, pero los investigadores de la Universidad de Pensilvania acaban de dar un gran paso para hacerlo realidad. Un nuevo estudio, dirigido por Marius Guenzel, introdujo fotos de casi 96,000 graduados de MBA en una IA.
- El trabajo de la IA consistía en escanear sus rostros y tratar de adivinar su personalidad, lo que los investigadores llaman los “Cinco Grandes de la Foto” (piense: qué tan agradables, concienzudos o extrovertidos se ven). Luego, verificaron si las conjeturas de la IA coincidían con las carreras del mundo real de los graduados, como cuánto dinero ganaban o qué tan exitosos eran.
- Y aquí está la parte espeluznante: funcionó. Los juicios rápidos de la IA basados en solo una foto tenían un poder real para predecir quién tendría éxito. Resulta que nuestras caras pueden dar pequeñas pistas sobre nuestras personalidades, y la IA se está volviendo realmente buena para detectarlas.

¿Por qué es importante? Este es un acuerdo masivo y, francamente, súper controvertido.
- Ya usamos pruebas de personalidad para los trabajos, pero ¿usar un escaneo facial para adivinar si alguien es un buen trabajador? Ese es un campo minado legal y ético. Se siente como el tipo exacto de cosas para las que se escribieron las leyes contra la discriminación.
- Los investigadores se apresuran a decir que no es una bola de cristal, solo otro dato. Pero los críticos se están volviendo locos (con razón). La mayoría de las empresas no tocarán este tipo de tecnología con un poste de diez pies porque está llena de posibles sesgos y riesgos legales.
- Pero… ¿Si funciona? ¿Y le da a una empresa una ventaja competitiva? Puedes apostar a que alguien, en algún lugar, se sentirá tentado a usarlo, sin importar lo espeluznante que se sienta.

Por qué debería importarme: Esto no es solo un experimento científico extraño; Esta es una de esas cosas que te hace cuestionar… bueno, mucho.
- Si su rostro puede desempeñar un papel en sus perspectivas laborales, ¿qué significa eso para la superación personal o el trabajo duro?
- ¿Importa algo de eso si un algoritmo decide que sus “datos faciales” no encajan bien? Es una línea aterradora entre ser juzgado por tus méritos y ser juzgado por el destino preescrito de una computadora para ti.
- Y, por supuesto, está la privacidad de todo. La idea de que las empresas escaneen nuestros rostros para decidir si somos “empleables” es solo un gran paso hacia la normalización de la vigilancia corporativa de una manera que podría dejar a más personas fuera de oportunidades.
Lo que sigue: Los investigadores no se detienen en los trabajos. Ya están probando esta tecnología para ver si puede predecir si pagará un préstamo.
- El giro “bueno” es que podría ayudar a las personas sin historial crediticio a obtener un préstamo. La otra cara aterradora es: “Lo siento, nuestro algoritmo analizó tu rostro y pareces un riesgo. Préstamo denegado”.
- Es difícil decir si esto alguna vez se convertirá en la corriente principal. Más allá de la pesadilla legal, solo está el factor humano: la mayoría de nosotros todavía creemos que merecemos una oportunidad justa, una conversación real, para probarnos a nosotros mismos, no solo un escaneo de nuestra imagen.
- Si la IA ayuda a ese proceso o simplemente lo reemplaza es la gran pregunta para los próximos años.