La primera ley de robótica de Isaac Asimov indica que un robot no debe herir a un ser humano o permitir que un ser humano se encuentre en peligro.
El artista y experto en robótica Alexander Reben está cuestionando esa ley al crear un robot que en lugar de servirnos como lo haría un buen robot, puede sentir cuándo se acerca un ser humano y lo ataca.
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El aparato es muy simple: comprende un brazo de un robot con una aguja en la punta. Tiene sensores que detectan si algo ha entrado en su espacio. Ha sido programado de forma tal que haga elecciones impredecibles, y por lo tanto, no sabemos si siempre va a atacar.
“Lo hicimos simple de forma intencional ya que una de las ideas detrás de esta creación es que no necesitas hacer algo complicado o con inteligencia artificial para encontrarte con dilemas éticos y filosóficos interesantes y profundos”, afirma Reben a Digital Trends.
Y por supuesto, como las reglas de Asimov provienen de la ciencia ficción, en realidad la creación de Reben no está “violando” dicha regla.
Si nos ponemos a pensar, este robot no hace más daño que Apple Maps cuando recién fue lanzada al recomendar a los usuarios atravesar las pistas de aterrizaje de los aviones para llegar al aeropuerto Fairbanks.
Lo que hace interesante el robot de Reben es que la relación del ser humano con los robots puede cambiar utilizando la misma tecnología que ya usamos para ciertas cosas. El elemento importante es saber qué harán dependiendo de lo que les pidamos hacer.
Reben utilizó los mismos instrumentos que le permitieron crear el “headgasmatron”, un dispositivo para rascarse la cabeza. El creador indica que con pequeñas modificaciones es posible cambiar la confianza que una persona tiene en un robot y alterar esa confianza intima en miedo.
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“La gente no se da cuenta de las reacciones viscerales que los robots provocan”, indica. “La anticipación de miedo y la incertidumbre son muy fuertes. Una persona me dijo que la última vez que se sintió así de ansiosa fue al abordar un avión o cuando estaba saltando en paracaídas por primera vez”.
Por ahora lo único que podemos recomendar es que trates a tus dispositivos con cariño; nunca sabes si están teniendo un mal día.