Corría el año 1995 cuando un grupo de arqueólogos internacionales subió al nevado Ampato, a 6.318 metros sobre el nivel del mar en la cordillera de Los Andes y descubrieron un cuerpo congelado, con sus vestimentas de tela, que había sido enterrado hace 500 años muy cerca al cráter del volcán.
Fue el Dr. Johan Reinhard quien encabezó el descubrimiento de una joven de la cultura inca de entre 13 a 15 años y que fue bautizada como la doncella.
28 años después de este gran descubrimiento, los científicos del Centro de Estudios Andinos de la Universidad de Varsovia (Polonia) y de la Universidad Católica de Santa María, lograron reconstruir los rasgos de la niña en una escultura hiperrealista. Esta reconstrucción escultórica se ha hecho en base a tomografías del cuerpo, estudios de ADN, características etnológicas, edad, complexión. Como parte de los estudios y ejecución de la reconstrucción, se usaron modernas técnicas forenses.
Las doctoras Dominica Sieczkowsra y Bartlomiej Chielewski, desarrollaron un estudio y documentación Tridimensional del cuerpo de la doncella inca, así como de los objetos hallados en su contexto funerario. Luego del análisis tomográfico practicado al cuerpo congelado, las pruebas determinaron que la niña al momento de fallecer tenía entre 13 y 15 años, esta conclusión también se basa en las características de sus huesos.
La doncella inca recibió un golpe en la parte occipital derecha del cráneo, realizado por una persona que utilizó toda la fuerza con su mano derecha y le produjo la muerte de forma instantánea.
El descubridor de la Dama del Ampato, Johan Reinhard, expresó que siempre imaginaba como sería el rostro de la doncella inca, ahora al ver el trabajo hechos por las científicas del Centro de Estudios Andinos y los investigadores de la UCSM cumplió su deseo, y está muy impactado por el gran trabajo el cual permite conocer a la niña que fue escogida por los incas en honor a los dioses hace 500 años atrás.