Utilizando una técnica estadística llamada inferencia bayesiana, un astrónomo de la Universidad de Columbia determinó la probabilidad de que formas complejas de vida puedan evolucionar más allá de las fronteras de la Tierra.
«En el contexto de la línea de tiempo de la evolución, la rápida aparición de la vida y la evolución tardía de la humanidad son ciertamente sugerentes. Pero en este estudio es posible cuantificar lo que nos dicen los hechos», manifestó David Kipping.
El académico del Departamento de Astronomía de Columbia se basó en la cronología del planeta y la evolución de la humanidad, y se preguntó con qué frecuencia veríamos surgir la vida y la inteligencia si la historia de la Tierra se repitiera una y otra vez.
En términos simples, el científico planteó cuatro hipótesis: la vida es común y a menudo desarrolla inteligencia; la vida es rara pero a menudo desarrolla inteligencia; la vida es común y rara vez desarrolla inteligencia, la vida es rara y rara vez desarrolla inteligencia.
Luego, aplicó fórmulas matemáticas basadas en el método de inferencia estadística bayesiana, que es “utilizado para actualizar la probabilidad de una hipótesis a medida que se dispone de evidencia o información, y establece creencias previas sobre el sistema que se está modelando, que luego se combinan con datos para emitir probabilidades de resultados”.
“Cuando uno compara los escenarios de vida rara versus los de vida común, el escenario de vida común siempre es al menos nueve veces más probable que el raro», determinó Kipping.
El análisis, prosiguió la Universidad de Columbia, se basa en la evidencia de que la vida en la Tierra surgió dentro de los primeros 300 millones de años desde la formación de los océanos, como lo establecen los depósitos de circón empobrecido en carbono 13, lo cual es un comienzo “muy rápido” en el contexto cósmico. El profesor enfatizó que la proporción es de al menos 9:1 o superior, dependiendo del verdadero valor de la frecuencia con la que se desarrolla la inteligencia.
“La conclusión de Kipping es que en planetas con condiciones similares y líneas de tiempo evolutivas comunes a la Tierra la vida debería tener pocos problemas para emerger espontáneamente. ¿Cuáles son las probabilidades de que estas vidas extraterrestres puedan ser complejas e inteligentes? En ese aspecto, la investigación es menos optimista, pues encontró solo 3:2 probabilidades a favor”, añadió.
La aparición relativamente tardía de la humanidad en la ventana habitable de la Tierra sugiere que su desarrollo no fue un proceso fácil ni seguro. Por ello, el académico afirmó que «si volvemos a jugar la historia de la Tierra, la aparición de inteligencia es algo realmente improbable».
Las certezas del estudio no están ni cerca de ser definitivas, reconoció Kipping, pues rondan el 50:50, por lo que sus hallazgos deben tratarse como “un simple empujón hacia una hipótesis”.
«El análisis no proporciona verdades ni garantías, sino que solo probabilidades estadísticas basadas en lo que sucedió aquí en la Tierra. Sin embargo, la opción de un universo lleno de vida emerge como la favorita. La búsqueda de vida inteligente más allá de la Tierra no debe descuidarse», finalizó.