En 2017, una enorme plataforma de hielo se desprendió de la Antártida. Desde ese momento, la superficie se ha desplazado gradualmente hacia el norte y ahora está a punto de impactar con la isla Georgia del Sur.
Con 151 kilómetros de largo y 48 de ancho, el A68a es considerado el iceberg más grande del mundo, y una de las mayores preocupaciones de los científicos.
Por su parte, Georgia del Sur mide 169 kilómetros de largo y 38 de ancho, y es el hogar de un importante número de especies marinas.
Por lo mismo, de concretarse el impacto, los científicos advierten consecuencias devastadoras para la rica fauna de la isla, ya que en el lugar habitan millones de pingüinos papúa, macaroni y rey, además de lobos y elefantes marinos.
El iceberg podría atravesar la plataforma submarina de la isla, excavando su lecho marino. Esto acabaría con la vida acuática y devastaría su ecosistema, que alberga especies más conocidas que las Galápagos.
La presencia del iceberg también podría modificar el ecosistema cercano a Georgia del Sur, inundándolo con agua de deshielo.
Esta situación mantiene preocupada a la comunidad científica internacional: «Aún no sabemos qué pasará. Estamos esperando con la respiración contenida», dijo Povl Abrahamsen, oceanógrafo físico del British Antarctic Survey.
Debido a la gravedad de la amenaza, esta misma organización reconoció su interés en enviar un equipo de científicos hasta el iceberg para que midan los eventuales efectos que podría provocar el impacto.
En tanto, los expertos advierten que este tipo de eventos se volverán más comunes a medida que la temperatura del planeta siga aumentando.