La creencia popular dicta que los perros pueden sentir cuando tienes miedo, y reacciona a eso con el ladrido o el ataque, ahora un grupo de científicos de la Universidad de Queen identificaron que los canes pueden oler el estrés de las personas. Publicaron sus hallazgos en la revista PLOS ONE.
Ya se sabe que los perros pueden olfatear un conjunto de estados químicos. Pueden anticipar cuándo alguien va a tener una convulsión o cambios en el olor en el azúcar en la sangre. No solo eso, sino que también actúan sobre estas observaciones, alertando a su humano con un empujón o un hocico.
El estrés tiene su propio quimioseñal que proviene de varios cambios fisiológicos. Las hormonas cortisol y epinefrina se vierten en el torrente sanguíneo, lo que resulta en un aumento en la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración.
Los humanos participantes proporcionaron muestras de aliento y sudor en una gasa antes y después de realizar una de las tareas más inductoras de estrés imaginables: las matemáticas mentales. Los investigadores ordenaron a estas pobres almas que contaran hacia atrás desde 9000 por intervalos de 17, sin teléfono, bolígrafo o papel.
Los cuatro perros que hicieron el estudio fueron un cocker spaniel, un cockapoo, un lurcher de raza mixta y un terrier de raza mixta.
Los autores, tras corroborar cómo detectan los perros los olores asociados a las situaciones de estrés, han subrayado que este hallazgo, además de profundizar en las relaciones entre los humanos y los perros, podría tener importantes aplicaciones para el entrenamiento de perros capaces de ayudar a personas que padecen ansiedad o un trastorno por estrés postraumático.