En Pakistán están decididos a que todos se vacunen contra el COVID-19 y si para ello se requieren medidas extremas, no hay problema: en la región de Punyab se le desactivará la tarjeta SIM a todo aquel que se niegue a vacunarse.
Como parte de una iniciativa para que la población se inocule, las personas que no quieran hacerlo quedarán sin acceso a telefonía e internet. El departamento de salud de la región indicó que la decisión es final.
Desde el Gobierno de Pakistán aseguran que ha habido un descenso de casos positivos de COVID-19 y que la idea es utilizar todos los recursos que tengan a la mano para controlar la pandemia. Eso significa también que, personas que han sido vacunadas, están autorizadas para ir a restaurantes o cines.
Pero así como han descendido los casos, la región de Punyab sigue siendo la más afectada de Pakistán, no solo por ser la más habitada, sino porque 300,000 de sus residentes se pusieron la primera dosis de la vacuna durante febrero, pero no regresaron para una segunda vacuna.
Por ende, Punyab no ha cumplido las metas de vacunación impuestas por el Gobierno, lo que obligó a tomar la medida de bloquear las tarjetas de teléfono de los ciudadanos.
La decisión del Gobierno pakistaní parece más extrema y dura que la campaña de vacunación que lanzó Francia, que en vez de coartar algún servicio, apeló a la nostalgia con un video en el que nos recuerdan todo lo que se podrá volver a hacer una vez que la gente se haya vacunado. Y no por nada se volvió viral.