Una falsa creencia es que los pájaros carpinteros tiene casi un cráneo de hierro, porque los golpes que le propinan a los árboles, dejarían a cualquier simple mortal aturdido.
Investigadores han planteado durante mucho tiempo la hipótesis de que un hueso esponjoso en el cráneo de esta ave amortigua sus repetidos golpes de cabeza como un casco de seguridad bien diseñado. (De hecho, los ingenieros han modelado cascos de fútbol y electrónica amortiguadora después de esta idea). Pero un nuevo análisis muestra que las aves pueden estar optando por el poder sobre la protección.
Sin embargo, científicos de la Universidad de Brown, comandados por Van Wassenbergh analizaron si los pájaros carpintero realmente estaban amortiguando sus golpes.
Los investigadores grabaron 109 videos de alta velocidad de seis pájaros carpinteros de tres especies: el pájaro carpintero negro (Dryocopus martius), el pájaro carpintero apilado (D. pileatus) y el pájaro carpintero de grandes manchas (Dendrocopos major). Rastreando puntos en sus picos y cabezas mientras los animales picoteaban la madera, los científicos descubrieron que todos los cráneos de pájaros carpinteros permanecían rígidos, es decir, sus cabezas no se detenían más lentamente que sus picos, informa el equipo en Current Biology.
Una simulación basada en las grabaciones mostró que agregar absorción de impactos en realidad no ayudaría a proteger los cerebros de las aves. Si su cabeza absorbía parte del impacto, el ave no podía ejercer una fuerza tan grande, lo que significa que el pájaro carpintero picotearía menos madera. Para penetrar a la misma profundidad con la absorción de impactos, las aves tendrían que golpear la cabeza con más fuerza, contrarrestando cualquier protección incorporada.