Según los historiadores, los seres humanos han estado cultivando plantas durante unos 10,000 años, y durante gran parte de ese tiempo hemos usado bestias de carga para ayudar a cultivar y cuidar los campos. Tan solo el siglo pasado, pasamos de la fuerza animal al potencial de las máquinas, dando lugar a grandes saltos en la eficiencia y la escala en la escena agrícola.
En los últimos años las granjas han desplegado tecnologías emergentes, como los drones y los sistemas de conducción autónomos, para facilitar el trabajo de los agricultores, pero todavía se necesitan manos humanas durante todo el proceso.
Pero ahora, los investigadores de la Universidad Harper Adams y la empresa agrícola Precision Decisions han eliminado a los humanos enteramente en un proyecto llamado Hands Free Hectare. Desde la siembra hasta el cuidado y la recolección de cultivos, ninguna persona puso pie en una granja de cebada en un área en el medio de Inglaterra rural. Todo fue hecho por robots agricultores.
«En los últimos años se ha hecho hincapié en que la agricultura sea más precisa, pero las máquinas más grandes que estamos usando no son compatibles con este método de trabajo», dijo Jonathan Gill, uno de los investigadores involucrados en el proyecto. «Las maquinarias son tan pesadas que están dañando los suelos de los agricultores. Si en el futuro las combinaciones fueran similares al tamaño de las cosechadoras que usamos en este proyecto, con una unidad de cabecera de sólo dos metros, permitiría crear mapas de rendimiento más precisos. También serían máquinas mucho más ligeras».
Entre las tareas asignadas a los vehículos autónomos y drones, se encuentran canales de perforación a profundidades precisas para plantar semillas. También, se pueden aplicar cantidades específicas de fungicidas, herbicidas y fertilizantes, y finalmente culminar con la cosecha de los cultivos una vez que están listos.
«Este proyecto pretendía demostrar que no hay una razón tecnológica para que un campo no pueda ser cultivado sin que los humanos trabajen la tierra directamente, y lo hemos logrado», dijo Martin Abell, de Precision Decisions. «Nos propusimos identificar las oportunidades para la agricultura y demostrar que es posible cultivar la tierra de manera autónoma, y ese ha sido el gran éxito del proyecto».
Aunque los sistemas de trabajo autónomos fueron desarrollados recientemente para estas tareas, la máquina utilizada para cosechar la cebada tenía 25 años, y todavía se desempeñaba mejor que el tractor utilizado para la siembra, según los investigadores.
El equipo planea repetir el experimento nuevamente con una cosecha de invierno. Pero primero, dijeron que prepararán un lote de cerveza con la cosecha de primavera.