Desde GoPro escondidas en los ramos de las novias hasta los muñecos en la torta de bodas impresos en 3D, la tradición se encuentra con la tecnología en las bodas actuales.
En una entrevista hecha recientemente a Kelly Gould, editor en jefe de The Knot, el profesional afirma que un tercio de las parejas están utilizando la tecnología para el día de su boda. Y se espera que el número continúe aumentando.
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A pesar de que contratar a un fotógrafo ha sido parte del proceso de planeación de una boda, la fotografía aérea con drones se está volviendo más común, así como el uso de la perspectiva en primera persona.
Una novia en Boston por ejemplo, escondió una GoPro en su ramo para poder grabar su entrada a la iglesia y llegada al altar.
Otra tendencia que se está tomando las bodas son las estaciones de carga. Ya que todos tenemos cámaras en los celulares, y muchos de nuestros invitados toman fotografías de este memorable día, es apenas lógico que la batería no tenga mucha duración.
El 89% de las parejas utiliza los celulares en sus bodas. Las reservas hechas desde los celulares han aumentado también a un 16% el doble con respecto a hace dos años.
Las redes sociales están también invadiendo estos espacios, desde la creación de hashtags hasta las invitaciones por internet. Sitios web para bodas, una tendencia que empezó hace algunos años es ahora muy común.
La influencia de la tecnología en la ceremonia va sin embargo, más allá de la fotografía, hashtags y estaciones de carga. La pareja de Boston, Aman y Kelly Advoni también imprimieron en 3D el tuxedo del novio, así como una réplica de la pareja y de su perro para adormar la punta del pastel.
“Diría que haber planeado nuestra boda con la ayuda de la tecnología ha hecho todo más fácil y lo sentimos más acorde con nuestras personalidades”, afirma la novia.
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La tendencia continuó en la recepción, donde se incluyeron robots que servían las bebidas.
“Creo que se asume que la tecnología y la tradición no pueden ser afines y creo que la realidad es que sí lo son”, afirma Aman Advoni, el novio. “Pueden coexistir tranquilamente”, añade.