Demostrando que es una organización que no se queda atrás en el mundo de la tecnología de vanguardia, la NASA ha llevado la impresión 3D al siguiente nivel. Esto, mediante el desarrollo de telas de metal impresas en forma de «4D», tipo mallas de cadenas, para su uso en futuras misiones espaciales.
Debido a su versatilidad, la NASA piensa que su nuevo material podría ser utilizado para futuros trajes espaciales de astronautas, para antenas y otros dispositivos desplegables, para capturar objetos en la superficie de otros planetas, o para aislar futuras naves espaciales.
Un lado del nuevo material espacial está diseñado para reflejar la luz, mientras que el otro lado la absorbe, lo que le permite funcionar como un control térmico para el manejo pasivo del calor. También puede doblarse de muchas maneras y adaptarse a diferentes formas.
«La llamamos impresión en 4D porque podemos imprimir la geometría y la función de estos materiales», dijo en un comunicado de prensa Raúl Polit Casillas, ingeniero de sistemas del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, quien ayudó a dirigir el equipo de investigación.
Este material tiene la particularidad de ser «programable», y los ingenieros de la NASA están constantemente trabajando para añadirle nuevas habilidades. «Puedo programar nuevas funciones en el material que estoy imprimiendo», dijo Casillas. «Eso también reduce la cantidad de tiempo dedicado a la integración y pruebas. Se puede imprimir, probar y destruir material tantas veces como se quiera».
Un caso interesante de uso para esta «tela espacial» consistiría en utilizarla como una especie de alfombra sobre terreno irregular, o en alguna superficie como la luna helada Europa de Júpiter, para que pudiera formar «pies que no derretirán el hielo» por debajo de los astronautas, según dijeron.
Otro requisito importante que se está tomando en cuenta es la capacidad de no sólo tener materiales que se puedan imprimir en 3D cuando sea necesario, sino también aquellos que puedan ser desarmados cuando ya no sean necesarios, y reutilizados de alguna otra manera.
Todavía estamos lejos de que este material en particular se utilice en el espacio, pero es ciertamente fascinante ver cómo la NASA está tomando seriamente la revolución de le fabricación aditiva.