La NASA presentó los primeros hallazgos científicos de su misión a Júpiter, Juno, desafiando lo que se sabía hasta ahora del planeta más grande del sistema solar. Uno de los principales descubrimientos, según informó la agencia espacial estadounidense, es que ambos polos del planeta están cubiertos por tormentas que están densamente agrupadas e incluso se rozan entre sí.
“Estamos perplejos en cuanto a cómo podrían formarse, qué tan estable es la configuración y por qué el polo norte de Júpiter no se parece al polo sur», dijo en un comunicado Scott Bolton, investigador principal de Juno del Southwest Research Institute en San Antonio.
El equipo de científicos está tratando de determinar si se trata de un sistema dinámico, y si lo que captó la cámara de Juno es solo una etapa que podría desaparecer en el próximo año, o si esa configuración es estable y estas tormentas circulan una alrededor de la otra.
Otra de las sorpresas con las que se encontraron los científicos fue la radiación térmica de microondas de la atmósfera de Júpiter, desde la parte superior de las nubes de amoníaco hasta la profundidad de su atmósfera. Los datos del radiómetro de Juno indican que los cinturones y zonas icónicas de Júpiter son misteriosas, con unos penetrando profundamente en su atmósfera, mientras que otros parecen evolucionar hacia otras estructuras.
Juno también ha permitido la medición del campo magnético más cercana que se tenga de Júpiter y, según los primeros datos, es mucho más fuerte de lo que se creía. Las lecturas de la misión indican que el campo magnético de Júpiter es casi 10 veces más fuerte que el de cualquiera encontrado en la Tierra.
Júpiter, que es casi 1,300 veces más grande que la Tierra, está compuesto principalmente de hidrógeno y algo de helio, sin una superficie sólida conocida hasta ahora. Para develar sus misterios, la NASA lanzó en agosto de 2011 Juno, una misión espacial destinada a estudiar el origen y evolución del planeta. La nave llegó a la órbita de Júpiter en julio de 2016 con la meta de determinar si existe un centro solido, mapear el campo magnético y medir los niveles de agua y amoniaco en las profundidades de su atmósfera, así como observar sus auroras.
“Estamos emocionados de compartir estos primeros descubrimientos, lo que nos ayuda a entender mejor lo que hace que Júpiter sea tan fascinante”, dijo Diane Brown, directora ejecutiva del programa Juno en la sede de la NASA en Washington. “Fue un largo viaje para llegar a Júpiter, pero estos primeros resultados ya demuestran que valió la pena”.
Juno está ubicada en una órbita polar alrededor de Júpiter, y la mayoría de cada órbita la pasa lejos del gigante de gas. Pero, una vez cada 53 días, su trayectoria se aproxima a Júpiter desde su polo norte, donde comienza una trayectoria de dos horas hacia el polo sur con sus ocho instrumentos científicos recolectando datos y con su cámara tomando imágenes. La NASA dice que la descarga de seis megabytes de datos recolectados durante el tránsito puede tomar día y medio.
Detalles de los descubrimientos de Juno sobre Júpiter serán publicados en dos artículos de la revista Science, así como en 44 artículos en Geophysical Research Letters, una publicación quincenal de geociencia.