Todos los que amamos la música guardamos muy buenos recuerdos del mp3, aquel formato mediante el cual podíamos (y aún lo podemos seguir haciendo) escuchar canciones a una alta calidad sin ocupar mucho espacio.
Precisamente, un 26 de noviembre, pero de 1995, se patentó la tecnología mp3 en Estados Unidos.
Este puede ser considerado un momento clave, porque desde aquel instante el uso de este formato se hizo cada vez más masivo.
También se considera relevante para el posterior desarrollo y evolución de la industria de la música digital, ya que ahora existía un formato que podía comprimirse para que alcanzaran bastantes pistas en los distintos dispositivos de almacenamiento que existían en aquella época.
Desde ese instante, las personas podían cargar una generosa cantidad de música a cualquier lugar donde se desplazaran; de hecho, en un disco se podían grabar cerca de 150 canciones.
También, cambió nuestra manera de almacenar la música y nos permitió crear verdaderas y completas bibliotecas musicales, las cuales ya no eran en formato físico, sino que ocupaban un pequeño espacio en nuestro computador o dispositivos de almacenamiento.
Así podíamos tener acceso a miles de álbumes y artistas, lo que puede considerarse como un antecedente al streaming que tanto utilizamos hoy en día.
El mp3 también provocó un cambio tecnológico, porque a raíz de este formato se empezaron a vender dispositivos cada vez más pequeños y con más capacidad, con lo que se buscaba que fueran más versátiles y fáciles de manejar por los usuarios.
La revolución del mp3 ha sido tan transversal que incluso hoy, con Apple Music y Spotify sumando millones de clientes, sigue siendo masivamente utilizado y es posible que esto continúe por un buen tiempo.